Daphne Köller - Lilith de Garuda

Mensajes : 3 Fecha de inscripción : 23/08/2011

♥~Jugador~♥
Sarah

♥~Nombre~♥
Daphne Marie Köller Schmidt

♥~Apodos~♥
Lilith

♥~Edad~♥
22

♥~Rango~♥
Espectro de Hades | Una de los tres jueces del Inframundo

♥~Lugar de Nacimiento~♥
Freiburg, Alemania

♥~Lugar de Entrenamiento~♥
Inframundo

♥~Familiares~♥
•. Hermana menor .•
Marianne Isabella Köller Schmidt (Sekhmet de Behemoth)
•. Padres (muertos) .•
Thomas Köller Strauss y Lillian Schmidt de Köller

♥~Amistades~♥
Innecesarias

♥~Amorios~♥
...Qué asco.

♥~Armadura~♥

Spoiler:

♥~Descripcion Fisica~♥

Spoiler:

♥~Descripcion de Tecnicas~♥

Spoiler:

♥~Descripcion de Personalidad~♥
Normalmente se muestra risueña y muy calmada al hablar, pero cada cosa que dice demuestra que en realidad es una persona sin escrúpulos. Es vanidosa y tiene aires de superioridad, lo que puede notarse hasta en su manera de caminar. Para ella, la ley del más fuerte es un hecho irrefutable; para ella, nadie más importa sino ella misma. No siente ningún tipo de afecto o apreciación por nadie, ni siquiera por su hermana, a quien realmente considera una esclava (sin embargo esto no impide que le de un trato diferente que a los demás). A la única a quien trataría con algo de respeto, sería a Lady Hades.

♥~Breve Historia~♥
El pasado de las Köller no es exactamente un cuento de hadas... Nacieron y se criaron en la ciudad alemana de Freiburg, rodeadas de riquezas y de sirvientes que pudieran cumplir todos sus caprichos. Sus padres eran Lillian y Thomas Köller, empresarios y dueños de franquicias dulceras de renombre. Como toda familia aparentemente perfecta, ésta tenía un trasfondo oscuro y entristecedor... Tanto los Köller como los Schmidt pertenecieron desde siempre a la alta sociedad, ellos sabían bien cómo eran las reglas y qué piezas había que mover para mantener el puesto que con gran esfuerzo se habían ganado. Uno de los pasos principales era mantener una buena imagen ante todo el que los viera, y no dejar nunca que sus verdaderos problemas salieran a relucir.

Thomas y Lillian se unieron en matrimonio por conveniencia, y por la misma razón decidieron tener un hijo; aquella imagen de familia feliz, y un heredero que siguiera aportando riquezas al negocio funcionaría muy bien para la familia. Así nació Daphne Marie, a quien no tardaron en enseñar las reglas del juego, y a quien sólo consideraron una pieza más del mismo que querían ganar. Nunca le dieron amor paternal, se limitaron a formarla con clase y una fuerte disciplina, que llegaba a convertirse de vez en cuando en abuso físico y psicológico.

Cuatro años después, darían vida a una segunda hija, no planificada, Marianne Isabella. A ella la respetaban aún menos; a veces ni siquiera le ponían la atención que le ponían a su hermana, la heredera. Pero por esto mismo, Daphne sintió la necesidad de protegerla y darle el cariño que ninguna nunca recibió de sus padres. Marianne aprendió a olvidar el favoritismo de sus padres hacia su hermana, y la admiró y respetó como una hermana mayor. Sin embargo, tras años de protegerla e interceder por ella en tantas ocasiones, y salir golpeada “por su culpa” en tantas ocasiones, Daphne fue desarrollando poco a poco un desprecio hacia su hermana, ya comprendía porqué sus padres pensaban que era todo un estorbo; aún así, nunca le dejó ver aquél desprecio a Marianne, simplemente iba tratándola con frialdad, y obligándola a que se fortaleciera, pues Daphne tenía que comenzar a pensar en ella misma.

El corazón de ambas hermanas se fue oscureciendo, y a las tempranas edades de 11 y 7 años, al encontrarse “jugando” en las calles de Freiburg, dos seres de aura notablemente oscura se acercaron a las niñas; se trataba de un hombre de aparentemente más de 50 años de edad y una mujer que estaba alrededor de los 40. Al ver a las niñas notaron cierto vacío en sus semblantes y sus corazones, pero aún así una fortaleza que no otros niños tenían. Ellas tenían ese algo, ese potencial que ellos necesitaban. Con macabras sonrisas dibujadas en sus rostros, profetizaron ante las niñas, cuál sería su destino. El hombre le dijo a Daphne cuánto poder y fuerza obtendría si lo seguía y entrenaba con él. La mujer le dijo a Marianne que lo mismo le sucedería, pero su deber sería siempre serle fiel a su hermana.

Daphne aceptó gustosa la idea y ordenó a su hermana que la siguiera, quien aceptó igualmente, ensimismada con la idea de obtener tanto poder, y sabiendo que esta oportunidad sería perfecta para demostrarle a su hermana cuán agradecida estaba de que la cuidara durante tanto tiempo; ya no sería un estorbo en la vida de nadie, y eliminaría todos los obstáculos que surgieran en el camino de ambas.

Las niñas siguieron hacia el inframundo a aquellos seres guardianes de Garuda y Behemoth, y después de años de entrenamiento recibieron como recompensa todo aquello que les habían prometido. Las Köller ya no serían las Köller, Daphne y Marianne quedarían enterradas por siempre en el pasado y darían vida a Lilith, dama infernal, y Sekhmet, diosa de la venganza.

Con todo aquél poder oscuro llenándolas de placer, volvieron a su tierra natal y destruyeron lo que encontraron a su paso. Todo aquello que les recordaba a su “vida anterior” quedó hecho polvo, incluyendo a sus padres y demás familiares, a quienes mataron lenta y despiadadamente, en venganza por el sufrimiento que les hicieron pasar.

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» Marianne Köller - Sekhmet de Behemoth