Side-Story: The Young Gods

Tema: Side-Story: The Young Gods Jue Jul 29, 2010 12:01 am

Hace once años, en un Monasterio Oculto de la India...

Side-Story: The Young Gods 43926494tigernest1nu8

Era un monasterio oculto, escondido en las profundidades de la India. El Monasterio de la Virgen se llamaba, aunque no habia una razon logica por la cual llevaba este nombre... al menos no a los ojos de personas comunes y corrientes. Aqui los monjes eran entrenados en secreto y una vez a la semana venia el Dalai Lama en persona a guiarles por el mundo espiritual personalmente. El monje mayor se llamaba Kema, quien tenia un pupilo muy especial que habia venido desde occidente para estudiar bajo el. Todos los del Templo realmente servian a aquel pupilo de Kema.

Pero aquel pupilo no era el unico de cabellos rubios y ojos azules en aquel lugar. Hace unos pocos dias habia llegado una chica, quien tenia gran potencial pero habia tenido varios problemas en monasterios anteriores por culpa de su aparencia y descendencia. Los monjes pensaron que quizas en el Monasterio de la Virgen las cosas cambiarian debido a la simple presencia de aquel pupilo antes mencionado...

Invitado

*Mi maestro Aarush luego de unos 2 años de burlas y peleas contra mi persona por parte de mis compañeros, se había dado cuenta de que era hora de cambiarme de monasterio. Las cosas se habían puesto bastante feas, llegando incluso a la violencia no tan solo psicológica si no que ahora física, si todos los niños del lugar bordaban los 6 años y eran capaces de golpearme con aquella brutalidad el seguidor de buda no podía imaginarse lo que me harían luego cuando ya tuviesen la fuerza y valor suficiente para matar a alguien.

Los niños son crueles, carecen de una razón estable y un sentido común muy desarrollado, son por lo mismo altamente influenciables en un grupo. Están recién aprendiendo y diferenciando entre lo que es bueno y malo y si no hay un buen tutor junto a estos pueden desviarse de su camino fácilmente cayendo en esta clase actitudes como irse en contra de alguien para calzar en un grupo que gusta molestar al mas débil, en este caso yo…

Cuando Aarush se había percatado de mis hematomas y heridas no me había creído cuando le había contestado que había caído accidentalmente por las escaleras del salón y desde ese momento comenzó a vigilarme a escondidas notando cuando un grupo de amigos se habían empeñado en mi contra… pero por qué?... simplemente por tener una piel mas blanca que me daba un aspecto que mas que humana era el de una verdadera muñequita de porcelana, de cutis suave, incluso mas suave que la propia seda, sumándosele también el delicado tono de mis mejillas las cuales dejaban lucir un leve sonrosado dándome así este aspecto y la notable inocencia de una niña de mi edad.

Como los administrativos de mi antiguo establecimiento no querían que en El Monasterio de la Virgen se enteraran de la crudeza de la verdad sobre mi, me habían obligado a ocultar lo sucedido y me habían mandado solo con ropa bastante cubierta a pesar que era verano y el calor se hacia a veces insoportable en aquel sector de la India.

El tiempo se encargaría de curar mis heridas físicas, luego todo seria normal o eso creía, ya que las heridas de mi corazón no sanarían del todo, al contrario se harían mas profundas cuando notaria que en este lugar igual me molestaban por tener aspecto Europeo… Cabello rubio, cristalinos ojos celestes, que tan malo podía ser esto? Como para ser tratada así. No me quedaba nada mas que hacerme sumisa y retraída pensando en independizarme lo antes posible del lugar y seguir con mis estudios religiosos en otra parte… lejos de todo realmente.

En esa instancia estaría en uno de los tantos jardines del lugar. Era la hora de descanso y procuraba ocultarme para no recibir daño. A lo lejos veía a alguien similar a mi… bastante similar a mi, sus cabellos eran como los míos, rubios y lacios, éramos muy parecidos y eso me causaba una gran curiosidad y alegría a la vez, pero no me entregaba el valor necesario para acercarme a plantear un “Hola”.

Pasaría unos minutos observándole y no tendría mas tiempo ya que sentiría que por la espalda me empujaban, era uno de 5 niños mas altos y robustos que yo que me apuntarían con el dedo comenzando a llamarme “Lady” a modo de burla.* –No debió llegar a este lugar Lady-… -Aquí no recibimos a la realeza-… -Estamos aquí para acercarnos a Buda no a una monarquía como la suya alteza-… * Por qué era llamada así? si yo también había nacido en la India no era mi culpa que mi padre fuese europeo. Esto hacia que cada vez me quisiera menos…menos… pero… en vez de odiar a esos niños que me agredían y me tenían ahora contra las raíces de los arbustos, rogaba para que algún día sus almas se arrepintieran y no volvieran a ensañarse contra otra persona. Yo ya había llorado demasiado, por eso en esta ocasión ya no tenia lagrimas que derramar…*

Tema: Re: Side-Story: The Young Gods Jue Jul 29, 2010 2:17 am

Con tan solo nueve años Roy ya estaba cerca del nirvana, su madurez superaba su edad por mucho aunque en el fondo seguia siendo un joven curioso. Deseaba saberlo todo en este mundo y cuando se presentaba algo que el no entendia la curisidad era abrumadora... Pero no podia actuar. No podia dejar de actuar su rango, su propio sentido del deber y divinidad le impedia acercarse demasiado o preguntar los porques que tanto le acechaban. En cualquier caso siempre que preguntaba algo su padre adoptivo y jefe del Monasterio, Kema, siempre le respondia con mas preguntas y le mandaba a meditar. Ya desde una temprana edad habia aprendido que era mejor buscar las respuestas por si mismo, en usar el cosmos tan abrumador que poseia a su temprana edad para buscar las respuestas en el universo. Era parte de su entrenamiento, la justicia no podia ser afectada por opiniones exteriores, despues de todo.

Sus sesiones de meditacion y entrenamiento con Kema habian terminado por hoy asi que Roy tenia la libertad de pasear por los recintos del Monasterio. No le impedian salir de aqui (tampoco podian si el lo deseaba) pero estaba muy mal visto que lo hiciera. Los alumnos de este luar venian a apartarse del mundo y a servir a Buda, no tenian nada que ver con lo que era el mundo exterior. Solo importaba lo que habia dentro del Monasterio y la pureza que se encontraba en cada uno de ellos. Siempre andaba solo. Los monjes le respetaban demasiado para considerarse a la altura de el y los demas aprendices le tenian algo que Roy solo podia identificar como miedo a su persona. Esto creaba una eclipsante burbuja de soledad en el joven de nueve años que no habia tenido una verdadera amistad desde su salida del orfanato hace tres años. Solo Kema le trataba como persona, le llamaba "Hijo" y Roy a el le llamaba "Padre" o "Maestro" cuando estaban en sus solitarios entrenamientos.

Mientras andaba escucho las voces de algunos de los aprendices;

-No debió llegar a este lugar Lady-

-Aquí no recibimos a la realeza-

-Estamos aquí para acercarnos a Buda no a una monarquía como la suya alteza-

Por un momento el joven de cabellos rubios y ojos cerrados estaba confuso. A quien le hablaban asi y porque? Hasta donde el habia entendido cada una de las personas de este lugar habian sido escogidos entre los mas puros de todos los monasterios para atender los deseos de Budda en este sagrado Monasterio de la Virgen. Por un momento concentro un poco su cosmos y expandio su mente, tomando una imagen mental de cinco chicos abusando de una joven de cabellos rubios, iguales a los de el. Esa era la chica conocida como Selina. Habia llegado hace poco al MOnasterio y el joven Roy recordaba muy bien la llegada de la joven a este lugar...

Era un dia cualquiera en el que el Dalai Lama habia venido para realizar el entrenamiento espiritual y llevar las clases de meditacion del Monasterio. Desde la llegada de Roy habia sido asi, este hombre tenia un interes especial en el joven llegado desde un orfanato en Inglaterra. Roy habia estado al frente de la clase como de costumbre, en su meditacion, usando su gran cosmoenergia para sentir todos los demas estudiantes a su alrededor. Tenia prohibido abrir los ojos; era un entrenamiento especial que le habian dado desde su llegada. Era dificil vivir con los ojos cerrados ya que la primera reaccion de una persona era abrirlos y mirar cualquier cosa que les sorprendiese y asustase. Para poder hacer este entrenamiento con los ojos cerrados el joven habia tenido que aprender a dominar el poder de su mente pero, aun mas dificil, habia tenido que aprender a dominar el miedo y el impulso que le dominaba.

El entrenamiento estaba llegando a su fin. Tras cinco horas de meditacion el cuerpo de Roy se sentia atrofiado ya casi, y varios de los otros aprendices habian sido obligados a romper aquella meditacion. Al romper la meditacion eran expulsados automaticamente de la sala y recibirian una tarea addicional como castigo hasta la siguiente semana que volvia el Dalai Lama. Si lograban aprobar en esa occasion la tarea addicional seria removida. Era muy buen incentivo para todos, pero muy dificil de realizar. De los treinta y cinco estudiantes que habian comenzado con el ejercicio impuesto en este momento quedaban menos de la mitad.

Finalmente culmino aquel entrenamiento y Roy escucho que alguien llamo a la puerta. Giro el rostro hacia alli pero no abrio los ojos sino que simplemente expandio su mente hacia la puerta para "ver" quien estaba. Se trataba de Kema junto a otro hombre que venia aveces al monasterio de la piedra, un tal Aarush. Solo que esta vez traia con el a una joven chica de rasgos (al parecer de Roy) muy bonitos. Una piel blanca, y un largo cabello rubio similar al suyo. Sus ojos azules eran casi iguales a los ojos azules que tenia Roy en las pocas occasiones que abria los ojos.

La puerta se abrio y se escucharon los aspiros de algunos de los alumnos al ver a la joven. La trajeron junto al Dalai Lama e intercambiaron algunas palabras... Roy las podia escuchar a la perfeccion. Estaban diciendole que esta chica seria una de sus nuevos alumnos y que ahora en adelante viviria en el Monasterio. Tras poca deliberacion el Dalai Lama acepto. Roy decidio que despues de esto buscaria a Kema y le preguntaria sobre la joven, apesar de que seguramente le diria que lo descubriese el mismo o cualquier cosa asi y luego lo mandaria a ootra hora e meditacion en la parte mas alta del Monasterio.

La memoria termino. Roy no se habia acercado a ella, y realmente nisiquiera habia pensado en hacerlo. Ella no mas era otra alumna, y eventualmente otro sirviente de Budda. Pero lo que estaba viendo en ese precismo momento no podia aguantarlo. Era una injusticia que la tratasen de aquella manera solo por su aprencia fisica. El era parecido a ella fisicamente y no lo trataban a si... seria que ellos la maltrataban por ser del sexo femenino? O seria porque le envidiaban y podian pagar con una aparente facsimile de el? Sintio enojo comenzar a burbujear en su interior pero rapidamente el joven la deshizo y se puso en marcha. La justicia no era rencor, no era enojo. Era pura.

Paso desde su pasillo y giro hacia la puerta, saliendo a la vista de ellos al penetrar en el jardin en el que se encontraban. Tenian a la chica contra un arbusto y la maltrataban cruelmente, de manera fisica y de manera mental. Sus pasos silenciosos eran inaudibles y no hablo asi que no le escucharian llegar ademas de que sus ojos estaban concentrados en la niña frente a ellos asi que tampoco lo verian. No seria hasta que se paro frente a ellos y permitio que su enorme cosmos empezase a fluir desde su cuerpo sobre el de ellos que se aprecibirian de la presencia de Roy. Su poder mental era increible tambien, asi que uso su telequinesis para paralizarlos; ellos no sabian que el podia hacer eso... creerian que estaban paralizados por el miedo o por alguna fuerza inexplicable el cual solo haria que el miedo creciese de forma exponencial en sus jovenes cuerpos y asi deteniendo los abusos.

Ese fue el momento en el que decidio partir sus labios y romper su silencio, pronunciando cada silaba lentamente como si tuviera todo el tiempo en el mundo. Su voz era ligera y serena, transmitiendo una increible paz interior. - Quisiera preguntar porque maltratais asi una joven indefensa, una aliada nuestra en el servicio de Budda...- Les dijo con calma. - Causais sufrimiento en ella... no hay ya suficiente sufrimiento en el mundo como para agregar aun mas a el? No entiendo porque lo haceis, quisiera oir una respuesta inmediatamente.-

Invitado

*La espalda ya me dolía contra las ramas del arbusto, había intentado reincorporarme luego de ser empujada colocándome en una posición algo más cómoda, pero no 100%, después de todo estaba en el suelo con ellos de pie junto a mí amenazándome a algo peor si hacia algo en contra o eso creía yo.

Mi pelvis contra el frío suelo, mis manos apoyadas a ambos lados de mis caderas respectivamente, las piernas ligeramente flectadas y la columna levemente arqueada en una actitud de estar siendo sometida. La expresión de mi rostro no cambiaba mucho al menos no mientras estaba bajo el “poder” de aquellos cinco que me rodeaban. Eran labios temblorosos, ojos que miraban con miedo, con temor. En ningún momento me habría imaginado que tras las figuras de aquellos abusadores se aparecería una divina y tan similar a mí… él… el de aquel día…

Aarush me había dado las indicaciones ya de cómo debía comportarme, estaba algo triste, era nuestra despedida, después de todo se había encargado de mi carencia de padres durante 6 años. Le debía muchas cosas, aunque no se hubiese dado cuenta antes de los problemas sociales que tenia con los otros niños, de todos modos no era culpa de él y estaba haciendo lo posible por salvarme aunque fuese ocultando lo mas oscuro de la historia ante el nuevo monasterio.

-Honrar a Dios es fundamental, pero también lo es respetar a nuestro prójimo. De hecho la verdadera adoración a Dios es posible cuando uno respeta a su prójimo- Habría sido su ultima frase, una muy sabia que venia de los labios del Dalai Lama, tenia razón y por lo mismo le haría caso asintiendo con mi cabeza para luego pasar a oir –Éxito!- Tras esto en vez de asentir sonreiría así como él había usado una frase de aquel representante de Buda en la Tierra yo pensaría “Si alguna vez no te dan la sonrisa esperada, sé generoso y da la tuya. Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa, como aquel que no sabe sonreír a los demás.” Aarush no me habría sonreído por lo mismo lo haría yo, pero no lo culpaba, mas bien sentía que él estaba a punto de llorar.

Era extraño verlo en una faceta así, ya que él siempre era muy serio y nunca se mostraba triste, pero bueno... era… un adulto y yo una niña por lo mismo tan solo ladearía un poco mi cabeza en una actitud extrañada que expresaría esa inocencia de los niños que no saben como reaccionar ante situaciones de este tipo.

En esa ocasión seria la primera vez que tendría a Dalai Lama tan cerca y bueno estaba nerviosa, el nivel de ciertas hormonas en mi cuerpo aumentarían debido a la aceleración de mi metabolismo ante una situación así, además había un hombre junto a mi que no conocía, Kema. Todo era desconocido, todo nuevo y tenia que despedirme de Aarush.

El salón me recibiría de cierta forma aún así no tomaría mucha importancia a ellos, no por indiferente si no mas bien que me concentraría en alguien… ni siquiera en el maestro Dalai Lama, si no que en un chico muy similar a mi. Tenia sus ojos cerrados aún así parecía verme a través de sus parpados, sin duda alguna me inspiraría admiración y le sonreiría, nuevamente pensaría en “Si alguna vez no te dan la sonrisa esperada, sé generoso y da la tuya. Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa, como aquel que no sabe sonreír a los demás.”

Ahora… nuevamente estaba cerca de mí, ese niño de los cabellos rubios y lacios, pareciendo verme otra vez con aquella aparente actitud de justicia. Los cinco infantes al oír -Quisiera preguntar porque maltratais asi una joven indefensa, una aliada nuestra en el servicio de Budda… Causais sufrimiento en ella... no hay ya suficiente sufrimiento en el mundo como para agregar aun mas a el? No entiendo porque lo haceis, quisiera oir una respuesta inmediatamente.- No sabrían que responderle al chico y por lo mismo dejándome allí saldrían corriendo por el respeto que le tenían y por no desear hacerle enojar.

Yo mientras tanto me quedaría allí tirada en el suelo, no poniéndome de pie ante la impresión de notar como era tan respetado en el lugar. Le miraba atenta como hipnotizada por su belleza que harían que mis mejillas se tiñeran de rojizo, él era... Un Dios, mi Dios* …

Tema: Re: Side-Story: The Young Gods Vie Jul 30, 2010 3:54 am

El joven de ojos cerrados "vio" como los chicos se iban corriendo, intentando huir de la escena. Decidio permitirlo y le ignoro. Con ellos fuera de la escana el joven se acerco a la chica y se agacho un poco para estar al nivel de ella. Se quedo en silencio sin hacer nada hasta que finalmente estrecho su mano diestra hacia la chica y le ofrecio la mano para ayudarla a levantarse. De normal no hacia este tipo de cosas pero en realidad el aspecto fisico de la chica le intrigaba... era parecida a el. Habia pasado mucho tiempo desde que alguien con facetas similares habia entrado en su vida.

- Estas bien?- Le pregunto a la joven, bajando su voz de modo que la chica sabria que tan solo queria ser escuchado por ella. Las palabras que compartirian serian solamente entre ellos. No entendia porque pero habia algo que le impulsaba hacia ella y por alguna razon sintio que desde este momento sus destinos estarian entrelazados. -Me llamo Roy... pero todos me llaman Duhka. "Duhka" es la primera de las cuatro nobles verdades en el budismo. Significa sufrimiento... no me gusta mucho.-

Invitado

*Seguía en aquel lugar, en aquel hostil suelo, pero parecía no notarlo, al contrario me sentía como en la nada misma, tal vez en una nube?, bueno mas bien el lugar no importaba ahora, ya que en mi mente estaba tan solo él.

Vería como empezaba a acercarse a mí y por un momento pensé en retroceder sin tener la necesidad de colocarme de pie, pero si había venido a espantar a los abusadores por qué me dañaría? Confiaría en él por lo mismo y escucharía su voz luego preguntarme - Estas bien?- Algo así no me lo plantearía cualquier persona sentiría que podría entablar una buena relación a futuro con él.

A su pregunta tan solo asentiría con mi cabeza dándole una respuesta positiva a su interrogante, mientras con mis curiosos y grandes ojitos azules seguiría el camino que hacia su mano hacia mí, ofreciéndome aquella ayuda que anhelaba desde que tenía memoria. Hubiese deseado agradecerle su amabilidad en ese mismo momento, pero notaria como empezaba a presentarse luego, mientras le escuchaba tomaría su mano, sosteniéndome de ahí ligeramente a medida que dibujaba sobre mi temeroso rostro una sonrisa que cambiaria por completo mi expresión y colocándome de pie, oiría -Me llamo Roy... pero todos me llaman Duhka. "Duhka" es la primera de las cuatro nobles verdades en el budismo. Significa sufrimiento... no me gusta mucho.- Ladearía ligeramente mi carita al igual como lo había echo días atrás ante la expresión de Aarush, esta acción que me daba un toque tierno, curioso y aún mas inocente de lo que ya era.

*Deseando seguir la misma línea budista que él estaba usando al explicar su nombre le seguiría el juego* El sufrimiento existe, pero puede ser extinguido a través del noble sendero óctuple, para eso estamos aquí… Roy… *Le diría por su nombre, no le gustaba Duhka, había sido claro, no le llamaría como a él no le gustaba* Soy Selina mi nombre deriva de la mitología griega. De la diosa de la Luna.. Y por cierto.. gracias por todo..

Tema: Re: Side-Story: The Young Gods Vie Ago 20, 2010 2:45 pm

- No fue nada.- Le respondio a la joven. Le dedico una leve sonrisa y se puso recto. Sus ojos como siempre se mantuvieron cerrados pero aun asi ladeo su cabeza hacia un lado mientras tenia su cabeza apuntada hacia la chica. Tenia una incontrolable curiosidad por ella... habia algo que no entendia de ella pero a su vez sentia como si entendiese absolutamente todo lo que habia que entender. - Selina es un nombre lindo... me gusta mucho mas que el mio propio.-

- Segun Kierkegaard, el dolor no es malo sino que esta alli para motivarnos a seguir y mejorarnos...- Era algo mas complejo lo que intentaba aquel filosofo danes pero Roy no iba a ponerse a dar lecciones a la joven en este momento. El las recibia como parte de su entrenamiento y las tenia que memorizar. No era un trabajo que sinceramente le agradaba, pero igualmente sabia la importancia de que el en particular se supiese todas estas filosofias. - En su epoca todos decian tener las respuestas a todos los problemas de los demas... asi que el se dedico a crear problemas para todas las respuestas de los demas. Es un hombre fascinante, realmente... pero no es algo del que me apetece conversar en mis pocos ratos libres.-

Invitado

*El chico me habría dedicado un sonrisa, había sido tan solo un detalle en toda esta conversación pero para mi era lo mas lindo que podía haber ocurrido, nunca nadie me sonreía y eso era lo que los demás nunca notaban, que yo tan solo pedía esa expresión.

-Selina es un nombre lindo... me gusta mucho mas que el mío propio.- me habría dicho el joven y me había encantado, quizás no por lo que decía si no por el hecho de que nunca me lo decían.

En ese momento él comenzaría a hablarme sobre aquel filósofo y teólogo danés. Escucharía atenta y realmente no sabría mucho de él, pero algo había escuchado. Por lo mismo suponía que era algo complicado y por lo mismo diría* “La tarea debe hacerse difícil, pues sólo la dificultad inspira a los nobles de corazón” *Como Kierkegaard gustaba y acostumbraba dejaba al receptor la tarea de descubrir el significado de sus palabras, quizás eso intentaba conmigo Duhka.

- Si no existieran en nuestras vidas sufrimientos y obstáculos, no crees acaso que seria algo aburrido?... Debe haber algo que nos de problemas para que así cuando logremos superarlos nos sintamos mejor – Diría ampliando mi sonrisa y mirando a sus parpados que cobijaban sus ojos*

Tema: Re: Side-Story: The Young Gods Vie Ago 27, 2010 1:18 am

Escucho atentamente las palabras de la joven sin interrumpirla. Despues de unos momentos el chico asintio con la cabeza. Lo que decia la mujer tenia su logica, era algo del cual hablaban muchos filosofos y religiones. Para llegar al maximo placer habia que sufrir aunque solo fuera un poquito. Incluso en los combates de los Santos de Athena era necesario sufrir para obtener la victoria en el combate... siempre y cuando era un combate de poderes iguales. - Tienes toda la razon, Selina.- Le respondio el joven con una leve sonrisa. Sus ojos se mantenian cerrados. - Pero apesar de que exsiste el sufrimiento en el mundo y hace la vida interesante... aun asi quisiera poder erradicar la tristeza y el sufrimiento... crear un Eliseo sobre la tierra.-

Eran los deseos de un chico basicamente innocente en muchos casos, apesar de poseer sabiduria que sobrepasaba por mucho su edad. El joven se volteo dandole la espalda y comenzo a andar lentamente hacia el jardin al que estaba de camino antes de encontrarse con los chicos aquellos abusando de Selina. No le pregunto a la chica si ella le seguiria... simplemente asumio que lo haria. - No se si podre cumplirlo... pero se que hare todo lo posible, y hare desaparecer al menos un poco de aquel sufrimiento de la tierra.-

Invitado

*- Pero a pesar de que existe el sufrimiento en el mundo y hace la vida interesante... aún así quisiera poder erradicar la tristeza y el sufrimiento... crear un Eliseo sobre la tierra.- Serian unas palabras tan profundas que no me sentiría capaz de contestarlas por lo cual tan solo bajaría un poco mi mirada, por lo mismo dejando de verle al rostro. Aún así y al parecer con un semblante triste dibujaría sobre mi rostro una sonrisa, era mas bien una posición de reflexión no de cabizbaja.

No sería necesario que respondiera a sus palabras ya que él mismo lo haría interrumpiendo lo que quizás pensaba decir y que mejor me callaría - No se si podre cumplirlo... pero se que hare todo lo posible, y hare desaparecer al menos un poco de aquel sufrimiento de la tierra.- Solo sus palabras me harían reaccionar de mi anterior estado, haciéndome levantar la cabeza y ver como se alejaba algo exaltada por como se iba de mi lado avanzaría un poco y estirando una mano hacia él intentaría decir algo pero sentía como si las palabras no pudiesen nacer de mi boca. Quizás algo en él me había cautivado completamente y de hecho era así.

Él haría todo lo posible por hacer desaparecer el sufrimiento del mundo y quizás mas a futuro yo haría lo mismo pero… bajo otros métodos, métodos los cuales de seguro él estaría en contra en alguna otra ocasión.

Al menos por ahora estaba con él, para él y desde su lado. Pero no mucho se podía decir… éramos tan solo niños y como tal no quería estar sola, a los niños no les gusta estar solos, les agrada jugar y compartir con amiguitos eso deseaba yo igual y por lo mismo empezaría a correr hacia Roy hasta lograr alcanzarle y caminar a su lado con ambas manos entrelazadas por sobre mi coxis y una sonrisa adornando mi rostro europeo.* Yo creo que si lo lograras *Me limitaría a decir risueña como para animarlo con mi expresión*

» Side-story: La plegaria de Athena