Tesoros perdidos.

Admin Mensajes : 39 Fecha de inscripción : 19/07/2010

En la vida se suelen perder tesoros que jamás regresarán, de ninguna manera, sentimientos que al irse dejan las almas llenas de un vacío incomparable. Algo así sucedió para Athenea…perdió cuatro tesoros decadas antes, arrebatados por una falsa fé atestada de poder. En 2150 una batalla se llevó a cabo cerca de donde 300 valientes Espartanos combatieron con fiereza el poder de un imperio; ahí, en las Termóplitas, cayeron también 3 guerreros griegos que darían su vida no sólo por su diosa sino por la humanidad entera…Jhon de Unicornio, Ruskin de Cisne y Ludwing de Lira, como los 300, al final no pudieron soportar el envión de soldados papales, sus tecnologías y bombas, que como aplanadoras, causaron no solo la destrucción de los santos sino también la de poblaciones enteras cercanas al lugar. Hoy sus almas reposan en paz en el cosmos, pero sus armaduras, aunada a la de Pegaso, perecen en una catacumba en la Catedral de Notre Damme, resguardadas por toda la maquinaría operativa y los batallones de soldados que hay en la zona. Sí…llevaban consigo la armadura de Pegaso, recién recuperada de unas ruinas en Japón y al dirigirse al santuario fueron interceptados por los intereses de la mano de Dios que, a fin de cuentas, parecía estar bajo de la influencia de algo más que Jehová.

Es imperioso salvar aquellos mantos, una nueva guerra santa se avecina, se puede sentir en el aire, en los seres vivos y en los muertos también.

Estaba desde hacía días en la ciudad…se encontraba “tocando” puertas, como decía él, para llevar a cabo la misión que se le había encomendado hacía unos meses…era necesario hacerlo, pues, si bien, recibió buena información cuando fue a Munich, era evidente que en la ciudad donde tenía que actuar iban a haber muchísimas más cosas que descubriría. Sentado, frente a una de las ventanas de Cristal del “Auld Alliance Scottish Pub”, veía justo hacia el Puente de San Louis...sus ojos verdosos lo escrutaban todo de una forma audaz; entrenada…el como el puente estaba cercado por varios rollos de impenetrable alambre de púas, los soldados que se paseaban con sus exoesqueletos y sus enorme rifles, un par de “Titans t-58” que apuntaban hacia la calle D. Belley, donde se encontraba el pub…todo, todo lo estudiaba para saber de que manera iba a entrar-Está un poco jodido…-Murmuró por lo bajo, sintiéndose un inútil a pesar de ser uno de los 12 seres humanos más poderosos en existencia.

Vestía como habitualmente lo solía hacer: con unos vaqueros azules, algo desgastados y cernidos a las piernas, una camiseta sin mangas, negra, con una carabela estampada en el pecho y unas botas al mejor estilo Tejano que poseían unas espuelas en el talón. Sus cabellos largos castaños, algo alborotados, resplandecían un tanto pues estaban humedecidos por el baño que se acababa de dar. En su diestra, un vaso de fina cristalería, quemaba dentro del fulgor de un licor amarillento y fuerte un par de cubos de hielo, y en su siniestra, un cigarrillo despedía una leve columna de humo que terminaba por difuminarse en el techo del lugar. Elevó el vaso y lo posó, delicadamente sobre la comisura de sus labios y con un movimiento de su muñeca hizo que el líquido y los hielos se fueran hacia su boca…el frio de los cubitos le rozó el bozo y el licor amargo pasó por su lengua, pero apenas tuvo tiempo de degustarlo, pues secamente se fue a su garganta…no dejaba de mirar hacia la barricada

-”Ella debe de estar ahí…seguro…-Pensó, e inhaló hondamente, por lo que su pecho fornido se levantó como el de un gallo a punto de lanzar un espuelazo. Un escalofrío le surcó la nuca y eso fue todo, se sumió en un trance tan definitivo que ni las voces agitadas del pub lo podían despertar…estaba con los ojos abiertos, pero en un meditar profundo, mientras esperaba a la llegada de su compañero de misión, hacía unos días habíale enviado su mensaje:

Pez dorado, estaré en París, en el Auld Alliance Scottish Pub, 12 de Septiembre, que no se te olvide, a las 8:30…te espero.

Tema: Re: Tesoros perdidos. Jue Ago 25, 2011 4:49 am

Finalmente y despues de aquella desgracia que me habia asolado tras dejar mi querido Tokyo atras y luego de entrenar en la isla de la Reina Muerte; mi aventura en contra del Vaticano habia comenzado. Sentia que muchas emociones envargan en mi cuerpo, mas que nada es ansias de poder por fin hacerme valer por mi misma y salir al mundo a saber realmente la verdad de lo que le habia sucedido a mi hermano tras haberme dejado oculta junto con la armadura del feniz que ambos habiamos encontrado.

Ya llevaba 2 dias desde haber llegado a Paris, antiguamente conocida como la cuidad luz; hoy oscurecida por el yugo de la Iglesia Catolica que contamina al mundo peor que las grandes plagas que asolaron al mundo antiguo. Sentada en una de las tantas mesas; disfrutando de la buena musica del lugar, conocido con el nombre de Auld Alliance Scottish Pub; disfrutando de un buen rato, olvidando un poco las preocupaciones y disfrutando del rato; habiendo sobre la mesa un solitario vaso de cristal con un liquido alcoholico de color marron, en cuya superficie flotan unicamente dos cubos de hielo. Mi vista se enfoca en aquel chico que esta frente a la ventana; parecia estar sumergido en sus pensamientos o quizas observando alguna situacion que afuera se producia.

Vestia como habitualmente lo hacia; con un sweater corto sin mangas de cuello alto, de color rojizo bermellon que termina al final de las costillas; sobre este una especie de buzo semiabierto por el frente de mi cuerpo, tambien sin mangas de color cafe; terminando en unos pantaloncillos cortos que se unen a la otra tenida a traves de unos broches; afirmandose en mi cintura por un cinturon de cuero cafe, con una evilla dorada; unas botas negras que llegan practicamente hasta mis rodillas y que de su interior se logran ver sobresalir unas medias de color rojo que terminan en la mitad de mis muslos.

En ese momento mientras me encuentro sentada, un pedazo de papel baila entre mis dedos, jugando constantemente con el, como si es que tratara de liberarme de alguna clase de stress o de olvidar alguna cosa tras estar jugando con dicho trozo, pero en realidad en el habia algo escrito; una nota que habia recibido hace unos dias.

Pez dorado, estaré en París, en el Auld Alliance Scottish Pub, 12 de Septiembre, que no se te olvide, a las 8:30…te espero.

El dia es el que decia en la nota, como era esa persona poco sabia; pero quizas sabria identificarlo si es que lo llegaba a ver.

Admin Mensajes : 39 Fecha de inscripción : 19/07/2010

De pronto, una sensación extraña le embargó, por lo que se despertó de su letargo y se sacudió por dentro, más su exterior no presentó ningún síntoma de inmutarse…tanto era su auto control que capaz y si, sentía un dolor fortísimo, simplemente seguiría vendiéndose como el más fuerte de los fuertes. Continuó mirando por el ventanal, aún presa de la extraña sensación, y elevó la diestra para así, atrapar efímeramente la cola del cigarrillo con sus labios; le dio una calada larga y suave, por lo que las brazas del extremo de este se iluminaron centelleantes y a la vez moribundas, perdiéndose luego el vivo color en un matiz gris bastante deprimente.

Volvió a bajar la diestra y elevó a continuación la siniestra para beberse un trago, y sin esperar más, giró su rostro, de forma felina, hacia la izquierda, pues desde ahí había captado que le miraban desde hacía un rato. Observó a quien apuntaban sus sentidos, de soslayo, y divisó ahí sentada a una jovencita de facciones refinadas; delicadas y muy bonitas, de cabello rojo más corto que el suyo propio, peinado en picos radicales. No se sorprendió, simplemente la miró unos instantes…debía tener a lo mucho unos 19 años, pero algo en ella le llamó la atención, y no fue el físico precisamente. Volvió su mirada hacia el frente, esperando aún a la persona indicada, pero, cuando de sus narices surgió el humo que había aspirado, se dio cuenta de que lo que le llamó la atención en la muchacha era el hecho de que ella era la persona indicada.

Bajó la mirada y en su comisura labial, una ligera sonrisa se formó-Como soy de idiota…-Farfulló en voz baja y al tiempo negó con la cabeza, indignado. La joven llevaría ahí buen rato, pues nadie había entrado al lugar hacía unos 20 minutos. Levantó de nuevo la cabeza y suspiró, dejando su trago en la mesa y el cigarro en el cenicero. Se aproximó a la barra con cautela, y, ya que la muchacha estaba en una mesa próxima al mueble de caoba, dio una mirada rápida al papel que ella tenía en sus manos…lo estudió, era idéntico al que él había enviado para encontrarse con el santo-aunque en este caso amazona, de Fénix. Se sonrió de manera imperceptible, y sin temer al error, siguió hasta el cantinero que lo miraba, ceñudo-Un whisky doble, por favor…-Inquirió y a su espera, se limitó a ni ver hacia atrás, donde estaba la chica…el hombre regresó casi de inmediato con el vaso pequeño y regordete cargado de más alcohol amarillento, y al recibirlo con la diestra, el castaño se viró ahora sí hacia el puesto de la joven y lanzándole una mirada inquisitiva le dijo-¿Puedo invitarte un trago…Pez dorado?-

Tema: Re: Tesoros perdidos. Dom Ago 28, 2011 3:57 am

Cada momento que pasa, mi vista seguia posada sobre aquel chico, tenia una sonrisa algo picara en mis labios mientras mis ojos se mantenian posados sobre el. Se sentia algo en especial sobre una persona, una especie de aura que lo hacia a el bastante especial a diferencia del resto de las personas que permanecian dentro del pub; sentia que quizas es el a quien yo busco y el autor de dicha nota.

A la distancia observe como de la nada se formo una sonrisa sobre sus labios, mientra mantenia su vista sobre mi, quizas el me habia ya identificado o tal vez es solo otro joven mas que entro en este local, unicamente buscando alguna chica que se encuentre sola para tener una aventura con ella. Unicamente me quede alli sentada, y al momento en que comenzo a moverse, lo segui unicamente moviendo la orbita de mis ojos. Paso por mi lado y de un momento a otro lo perdi de vista tras colocarse tras de mi, el cual es el unico punto ciego que tengo sin tener que mover mi cuerpo; pero si lo hacia, en cierto modo llamaria su atencion, y quizas el podria ser uno de los sirvientes bajo las ordenes del Vaticano, pero algo me decia que es todo lo contrario.

Habian pasado algunos segundos desde que lo perdi de vista, pero podia sentir que en realidad esta tras de mi; solo ese tiempo me parecia toda una eternidad; no sabia que haria el o como reaccionaria, pero tras solamente haber silencio entre ambos, sus palabras interrumpieron el silencio reinante entre los dos.

Me habia llamado pez dorado; ¿acso cuando paso por mi costado habia leido parte de la nota que hacia bailar por mis dedos, habiendo leido dicha linea gracias a mi descuido de ese momento, o quizas el es la persona que espero ?; unicamente respondiendole sabria realmente la verdad. En ese momento voltie mi cuerpo mientras me mantenia sentada, para ahora quedarmelo viendo directo a los ojos. -Gracias, pero no esta vez; aun me queda un poco de lo que tomo.- Le dije en aquel momento, mientras llevo mi siniestra hacia el vaso que yacia sobre la mesa, comenzando a llevar mi dedo mayor hacia el borde del mismo, comenzando a contornearlo con la yema de mi dedo. -Y dime, que es lo que tienes pensado; imagino que tendras algo en mente para no hacer este encuentro tan aburrido, no es asi ?- Le dije esperando que haya entendido mis palabras en dicho momento, para asi ir al punto central de nuestro encuentro.

Admin Mensajes : 39 Fecha de inscripción : 19/07/2010

Un sonrisa felina se dibujó en la comisura labial del castaño, y este, apartó su mirada de la joven para así escrutar los rostros de los asistentes. Todos estaban felices, envueltos en su propio aire de fiesta y borrachera, nada ni nadie sospechaba, o al menos eso había indicado su experiencia, que ahí estaban dos heraldos de Athenea; dos campeones de la humanidad. Pasó su mano de manera sublime por el respaldo de la silla donde estaba sentada, para así rozar apenas la espalda de la muchacha, buscando brindarle un tanto de confianza-Que las ansias no te ganen, Pez dorado…-Musitó, avanzando hacia la otra silla de madera que estaba en el otro extremo de la mesa. Cuando llegó a ella, con su siniestra, la mano que no sostenía el whisky, arrastró silenciosamente las patas del asiento para así apartarlo del borde del mueble y se sentó en ella, continuo a esto, con unos movimientos tan fluidos que parecía estar ejecutando una seductora danza…aunque era realmente algo natural en él, moverse como un tigre en la selva, con cuidado; con cautela.

Cuando se sentó puso el vaso con alcohol en la mesa y se quedó mirándola, estudiándola un momento, y continuó, con voz baja pero al menos audible para su acompañante-Tenemos suficientes obstáculos como para decirte que es probable que uno de los dos no salga vivo de la casa del señor…-agregó y volvió a sonreírse de esa forma pícara que le parecía identificar mientras un brillo suspicaz llenó sus vivos ojos verdes, iluminando parcialmente el contorno de su rostro.

Un suspiro llenó su pecho y se hizo hacia atrás, recostándose en el espaldar de la silla, para así dirigir sus orbes hacia la ventana que miraba hace unos instantes-No será sencillo, Fénix…-Prosiguió, ahora sí con un deje más de seriedad, mientras la gravedad se acentuaba de a poco en sus expresiones; su cuerpo estaba tenso, sabía que era lo que iban a encontrar al pasar esa barricada y de seguro, él sería el que pagaría con el mayor de los costos…no iba a permitir que una amazona de menor jerarquía cayese víctima de los enemigos de Athenea y mucho menos, iniciando su vida como guerrera.

Tema: Re: Tesoros perdidos. Dom Sep 04, 2011 2:11 am

En aquel momento solo oia sus palabras; al encontrarse a mi espalda, y teniendo mi vista hacia el frente al no poder seguirlo mas con ella, me era completamente un misterio lo que pudiera estar haciendo detras de mi. No tardo mucho en nuevamente desplazarse de su lugar y nuevamente posar mis ojos sobre el nuevamente, viendo que cada movimiento que realiza se encuentra realmente coordinado; uno tras el otro, como si se tratara de una danza programada a cada paso que daba. Mientras mantengo mi vista en el; aprovecha el lugar que se encuentra ocupado en mi mesa para hacer posecion del mismo. En sus palabras aun noto que me seguia llamando pez dorado, al parecer no conocia ni siquiera cual es mi nombre o que clase de amazona o de que jerarquia soy.

Sin esperar nada me dijo que quizas esto no sea tan facil como se veia, al parecer estuvo observando con mucho ainco lo que sucedia en dicho lugar desde aquella ventana, por lo que sabia a lo que podriamos arriesgarnos. - Yo creo que ambos saldremos de esta; yo no soy una amazona ordinaria; y poseo quizas habilidades especiales y unicas que ningun otro caballero posee, y tu por lo que puedo sentir eres uno de los 12 grandes; caballero de Libra.- Diciendole en un tono de voz audible solamente para el. Obviamente el mantener nuestra identidad en secreto en este mundo de conflictos tan cambiantes es algo muy importante por el momento. Tras mis palabras incline mi cuerpo hacia adelante, acercandome a la mesa, apoyando los codos sobre la misma, entrelazando los dedos y apoyando la barbilla en ellos; manteniendo siempre mi vista posada sobre la de el, ahora que lo tengo en frente en este momento. Crei que el no sabia para nada mi identidad, pero tras mis palabras pude notar que si la conocia, que en realidad el ya sabia que soy la portadora de la armadura de Fenix; y quizas aunque no lo demostraba aun, probablemente tambien sabia de la clase de amazona que puedo ser.