El Nacimiento de la Sospecha

Tema: El Nacimiento de la Sospecha Lun Jul 26, 2010 10:57 am

Volvio a su hogar... para encontrar sus padres en el cementerio...

El Nacimiento de la Sospecha Haunted-cemetary3

Era de noche. La oscuridad reinaba el lugar y el silencio era tan profundo que podria oirse cae un alfiler. El Cementerio Occidental de Saint City era asi... nadie entraba a perturbar los muertos. Los arboles y la hierba tenian dificultades para crecer aqui, de vez en cuando lograban brotar y los tendedores de dia hacian lo possible por mantenerlas vivas pero solian fracasar por lo cual el terreno era una mezcla de tierra, hierba viva y hierba muerta. Habia algun que otro razon que vivia, que alimentaba a los buhos y a los cuervos pero nada mas. Este era el hogar de los muertos.

Frente a dos lapidas humildes estaba una mujer encapuchada... hace poco habia enterrado a su maestro y ahora venia a la tumba de sus padres que habia esperado estar vivos... asesinado por aquellos que la buscaban a ella... aunque el informe forense falsificado decia algo muy diferente. Su escolta andaria cerca de la mujer... pero no eran los unicos en el lugar esta noche...

Invitado

Había sido un viaje rápido, solo le tomo un par de días llegar a la ciudad más importante del mundo, y en cuanto la vio su pecho se inundo de un mal presentimiento, todo había cambiado a su alrededor, obviamente en 13 años la vida en las calles de esa urbe tecnológica había cambiado drásticamente, casi no se veían niños jugando por las calles, o esa fue su impresión, la gente apresurada ni siquiera podía ver a su alrededor a otras personas que compartían con ellos la vida, la comodidad y los problemas.

Apenas puso un pie fuera y su cuerpo anduvo por sí mismo, algo que no había cambiado era el camino a su casa, su alma llena de ilusión prácticamente la guio a sus antiguos andantes algunas veces hasta perdía de vista a Edward, pero entonces aquel presentimiento se hiso más fuerte, las casas parecían distintas y había muchos negocios nuevos, anduvo lentamente, como si de pronto esas ganas de llegar hubieran desaparecido… y finalmente se detuvo… no había nada. Las ruinas de lo que parecía una sencilla pero cómoda casa estaban ahí, sin luces sin haber sido habitada ya algún par de años atrás, la basura se amontonaba, se había convertido al parecer en un basurero comunitario, la chatarra de maquinaria y otros objetos le daban un muy mal aspecto. Lya creyó por un momento que se había equivocado y miro alrededor, la antigua tienda de refacciones de autos estaba a un par de casas, el negocio de la familia vecina seguía llena de gente que acudía a beber el mejor café de la zona, y justo al lado de su casa, la familia que nunca había podido tener hijos seguía pintando su casa de un horrible color verde militar

-Será que mis padres cambiaron de casa…? –murmuro con algo de tristeza, quizá habían ascendido a papa y junto con su mama y hermanos se habían mudado a una zona más confortable, pero y ahora como los encontraría…? Se le ocurrió una idea, y se acerco a la casa que de niña tanto le atemorizaba, la de los viejos sin hijos, y espero a que abrieran la puerta. La misma señora ya de edad salió a ver quien llamaba –Buenas tardes… perdona la molestia, pero… venia de visita, las personas que Vivian a su lado… sabe si se mudaron..?

La mujer solo se quedo en silencio, sin poder distinguir bien el rostro de la chica, pues lo seguía llevando oculto, y eso le dio mala espina a la anciana quien de inmediato le cerró la puerta en la cara

–No lo sé, disculpe no tengo tiempo

Lya detuvo la puerta justo antes de que la cerraran

-No por favor espere… soy.. Soy .. Yo Lya!! Me recuerda… solía vivir ahí con mis padres y mis hermanos…- golpeo un par de veces la puerta antes de que la mujer saliera de nuevo con una expresión llena de pena en su rostro

-Lya..? Lya Kane…? Eso es mentira… la pequeña Lya… -pero cayó al ver el rostro que solo le mostro a ella, eran los mismos ojos que los de Alethia, su madre- Dios te cubra de su gloria Lya!!... debes marcharte de aquí… yo no sé nada, nada!!

-No, por favor, se lo ruego… si sabe algo dígamelo… hace 13 años que no sé nada de mi familia… se lo suplico… -la voz de Lya se escucho entrecortada, y quizá ese rostro sonrojado por las lagrimas contenidas y esa plegaria, conmovió el corazón de la anciana, quien ni siquiera pudo verle a los ojos y le hablo por una pequeña abertura de la puerta

-Tu familia… todos ellos… están muertos… lo siento mucho cariño…. Fue poco después de que tu desaparecieras… fue horrible… un incendio que lo acabo todo… nadie sobrevivió… pero si ellos se enteran que estas viva, vendrán por ti también… te buscaran…

Lya no hablo por unos segundos, el shock de aquellas palabras la golpearon fuertemente, como si una espada se clavara en su corazón, no solo acababa de perder a quien fuese como su padre… también a su verdadera familia… pero había algo mas –Como que.. Me buscaran..? Que quiere decir…?

La mujer se mordió el labio, como si dudara de hablar o no, pero finalmente bajo la mirada, al menos podía hacer eso por la hija de Alethia, una magnifica mujer –No solo tu familia… desde hace algunos años… muchas familias han sido… es un rumor que se corre… y no se detienen hasta que no queda rastro de ninguno, quizá sus padres te quisieron salvar de ese destino, por eso no debes dejar que sea en vano, márchate de aquí y no hables con nadie. Que nadie sepa quién eres… -se detuvo antes de cerrar la puerta por completo- Tu familia reposa en el cementerio cercano… llévales mis oraciones y que dios los tenga en su gloria.

Y ahora se encontraba en ese frio y solitario cementerio, los nombres de sus padres y hermanos aun se leían claramente, como si hubieran sido sepultados apenas hacia unos días… no sabe cuánto tiempo ha pasado desde que entro al lugar, solo era consciente de la tristeza que embargaba su corazón, quizá debía disculparse con Edward que le había seguido en todo ese camino y con quien no había cruzado palabra desde que hablo con la anciana

-Sera que… todo es mi culpa… ma-mamá…. Papa…-un par de gruesas y frías lágrimas surcaron las mejillas de la mujer que termina venciéndose sobre la hierba ocultando su rostro entre sus manos y la capa, era un sentimiento que nunca antes había sentido, culpa. No sabía en si la razón, pero su corazón le dolía como si en sus manos hubiera estado su salvación, era algo imposible, pero en ella estaba la impotencia y el dolor… nunca más oiría la voz amorosa de su madre, las palabras cálidas de su padre… la risa de sus hermanos… aquellos por quien siempre deseo ser más fuertes, porque después de su lealtad a Athena, estaban ellos, ella quería protegerlos de todo, y una vez que fuera un santo volvería para mostrárselos y jurarles que nunca más les dejaría solos… -Tsk…-aprieta con fuerza sus puños para detener sus lagrimas, pero simplemente no podía, estas estaban fuera de su control, quería quedarse ahí por siempre, quería… por un segundo pasa por su mente el deseo de haber estado ahí y morir con ellos por que no habia sido como cuando perdio a su maestro, aquella vez era una terrible enfermedad quien se lo habia llevado, pero su familia... sus hermanos que apenas comenzaban a vivir... ni siquiera fue un accidente... alguien los habia asesinado, eran victimas inocentes de ese odio...–No… no… -agita su cabeza bruscamente y la apoya sobre la tumba que se mojaba por sus lagrimas- Perdón… perdónenme… pero por un instante… quisiera poder llorar…

Tema: Re: El Nacimiento de la Sospecha Mar Jul 27, 2010 6:12 am

- Lamentablemente... no es el momento de llorar...- Se escucharia en la mente de la joven amazona de plata, y luego una voz extremadamente ligera y serena pronuncio el nombre de ella desde su espalda. - Lya...-

Al voltearse la chica veria al Santo Dorado de Virgo de pie a unos dos metros de distancia. Su rostro casi femenino denominaba la misma serenidad que su voz. Como siempre sus ojos se mantenian cerrados, era algo comun en los caballeros de virgo que lo hacian para privarse de un sentido y aumentar el poder de su cosmos. Vestia su armadura de oro, y su larga capa blanca fluia hacia atras junto a su largo cabello rubio. Debajo de su brazo diestro sujetaba el casco de Virgo. Era una muestra perfecta de belleza y serenidad, su ser desprendia un aura de paz interior inigualable entre los humanos.

- Perdoname por interrumpir, Lya.- Dijo en el mismo tono de voz, aun sin abrir los ojos para mirarla. - Pero considero necesario que hablemos en este preciso instante.-

Invitado

Lya da un respingo al oir aquella voz desconocida, pero es tal su pesar que solo puede levantar la mirada sin girar su rostro, se mantiene mirando al frente con aquellas lagrimas corriendo por su rostro –Cosmos…

Pero considero necesario que hablemos en este preciso instante.-

Lya se pone en pie sin decir una palabra, y acomoda su capa de viaje antes de volver la mirada hacia atrás y contemplar al hombre vestido en la armadura dorada de virgo, le causaba un sensación de alivio que no podía describir, pero aun asi no pudo sonreir, se limito a asentir con la cabeza respetuosamente, después de todo estaba frente a un caballero dorado –Como.. como sabe mi nombre…? No es algo que muchas personas sepan…tampoco el hecho de que yo estaría aquí… -murmuro con voz seca y sin mucho animo pero intentaba recuperarse, aquella visión era un hecho que le volvia a la realidad, ellos tenían una misión y tenían que completarla.

Tema: Re: El Nacimiento de la Sospecha Miér Jul 28, 2010 2:15 am

Se mantuvo en silencio, dejando que la mujer se girase a mirarle y le hablase, escuchando cada una de las palabras que esta amazona pronunciaba. –Como.. como sabe mi nombre…? No es algo que muchas personas sepan…tampoco el hecho de que yo estaría aquí…- Era una pregunta que obviamente haria, muchos la hacian cuando el repentinamente sabia sus nombres. Lo que muchos no sabian y que nunca jamas llegarian a entender a la perfeccion era que Duhka de Virgo, apesar de tener los ojos cerrados, podia verlo todo. Podia ver, incluso, los mas profundos confines del universo si se lo proponia.

Tomo su tiempo en responderla, partiendo sus labios lentamente para pronunciar cada silaba con la serenidad que le caracterizaba. - Se muchas cosas... hay pocas cosas que no veo.- Le respondio de manera simple. - Tan y como vi la muerte de tus padres a manos del Vaticano, Lya de la Grulla. Murieron porque te buscaban a ti. Desearias detener sucesos similares por el resto del mundo?-

Se sentia algo extraño por el hecho de que habia tenido que venir personalmente a darle este mensaje a la mujer. A los demas santos de Athena habia podido simplemente darles una vision, una illusion que les indicaria que camino tomar. En cambio cuando intento tocar en la mente de ella no habia podido invadirla no darle los datos que queria darle. Habia considerado quizas entrar en la mente de Edward de Capricornio pero sabia que el no se moveria sin el consentimiento de esta chica. Ella era la que lideraba a aquel santo dorado por lo cual era necesario venir directamente a ella.

Pero... porque? Sinceramente era algo que no lograba entender por completo. Luego meditaria sobre aquello pero por ahora no tenia mucho tiempo.

Invitado

-Tan y como vi la muerte de tus padres a manos del Vaticano, Lya de la Grulla. Murieron porque te buscaban a ti.

Dio un respingo al oir esas palabras… y solo apretó los labios y los puños pero no aparto la mirada del santo, recordaba algunas palabras que su antiguo maestro le dijo sobre el santo que vestia la armadura de virgo, alguien que era mas un dios que n humano… ciertamente el tenia un aire divino e imponente-Desearias detener sucesos similares por el resto del mundo?-

-Yo… -su aura cambio de inmediato, parecía desbordar determinación, y recordó el deseo de su maestro y de ella misma, detener esa cadena de odio y cumplir su misión como santo de Athena- Yo no quiero que mas gente inocente siga muriendo, dime que es lo que debemos hacer. Quisa ya lo sepas, pero soy la única alumna del antiguo caballero de Capricornio él me dijo que debía volver aquí, me hablo de algunos de ustedes y que debía encontarlos aquí.

Tema: Re: El Nacimiento de la Sospecha Miér Jul 28, 2010 3:00 am

Tal y como habia predecido la mujer respondio de una manera digna de alguien que luchaba en el nombre de Athena. -Yo no quiero que mas gente inocente siga muriendo, dime que es lo que debemos hacer. Quisa ya lo sepas, pero soy la única alumna del antiguo caballero de Capricornio él me dijo que debía volver aquí, me hablo de algunos de ustedes y que debía encontarlos aquí.- Tras escuchar estas palabas una fina sonrisa se esbozaria en los labios de Virgo que simplemente asintio con la cabeza. Si habia algo que la mayoria de Santos tenian en comun era aquel deseo de proteger a los innocentes, era algo con el que podia contar.

- Muy bien.- Le respondio. Giro su rostro hacia Edward de Capricornio. No se habia movido desde la llegada de Duhka, no porque no queria sino porque no podria. Duhka habia paralizado todo los seres en un kilometro de distancia para que nadie pudiera ser testigo de su conversacion con Lya. Realmente no fue algo muy dificil de realizar... Tambien le evitaria cualquier problema con Edward si este llegase a desconfiar de el por alguna razon. - En la estacion mayor de Saint City pronto llegara un tren de alta velocidad desde Paris. En el hay dos Santos, el Caballero de Bronce de Pegaso y el Caballero de PLata de Triangulo. Necesitan tu ayuda y, seguramente, la de el.- Dijo refiriendose a Capricornio. - Si el Vaticano logra capturar a Pegaso seguramente lo ejecutaran. Si has oido los mitos sobre los caballeros de oro entonces sin dudar habras oido de las azañas del Caballero Pegaso, y su importancia en la guerra contra Hades. El Vaticano sabe que la fe de los Caballeros recae en los hombres de este desagradable joven... y por eso no pararan hasta matarlo.-

Invitado

Pegaso… claro que sabía de él, “el asesino de dioses” así es como era llamado desde la era mitológica, no lo sabía solo por su maestro, su madre fue la primera en contarle sobre el hombre capaz de herir a los dioses, el hombre más fiel y cercano a Athena. Fue por esas palabras que ni siquiera se habia dado cuenta q Edward habia estado como congelado.

Lya no hiso gesto alguno, pero para ella, el saber que conocería a ese legendario caballero era como conocer a su ídolo de niña, era una tontería, pero esa era la esencia de Lya. - Si el Vaticano logra capturar a Pegaso seguramente lo ejecutaran. Si has oído los mitos sobre los caballeros de oro entonces sin dudar habrás oído de las hazañas del Caballero Pegaso, y su importancia en la guerra contra Hades. El Vaticano sabe que la fe de los Caballeros recae en los hombres de este desagradable joven... y por eso no pararan hasta matarlo.-

Desagradable? Bueno mejor no se hacía ideas, que tan malo podía ser? Solo asintió con la cabeza y antes de escuchar lo que Edward pudiera decir da unas palmaditas a la tumba de su madre –Mamá, papá… perdón… pero no voy a poder venir en un tiempo… obsérvame, obsérvanos a todos… -Volviéndose hacia el caballero de virgo este podría ver como volvía a sonreír animada, como si hubiera convertido su tristeza en motivación para seguir luchando y no parar ni un instante, no volvería a flaquear.-Gracias caballero… -no estaba segura si su imagen era real, pero su corazón le hiso caminar un par de pasos y tomar la mano del santo sujetándola con fuerza y mirándole a los ojos- No se tu nombre o.o, pero seguro ya habrá tiempo para charlar… déjanos a nosotros la protección de Pegaso, hasta la próxima! Vámonos Ed, es hora de irnos!!

-Encendiendo su cosmos un poco para correr mucho más rápido se dispone a marcharse sin mirar atrás, ese hombre misterioso tenía razón, no había tiempo para lágrimas, ahora solo debía seguir mirando al frente.

Tema: Re: El Nacimiento de la Sospecha Miér Jul 28, 2010 3:26 am

Cuando la mujer acepto la mision y partio el caballero de Virgo simplemente asintio con su cabeza y desaparecio con un flash del lugar. Tras un momento... todo volveria a la normalidad en el kilometro que habia congelado. Las personas normales no se verian afectadas en nada pero Edward quizas sentiria una leve desorientacion por su estatus como Caballero de Oro.

Invitado

Después de todo aquel había sido un viaje rápido, un par d días. al llegar a su destino. Edward observo a Lya, "perturbada" por decirlo así, tal ves la ciudad había cambiado mucho, o algo, pero eso solamente Lya lo entendía, en cuanto a Edward es la primera vez que visita aquel sitio. Lya empieza a caminar buscando un camino, parecía que su cuerpo se movía automáticamente, Edward intentaba seguirla el paso aunque por breves periodos de tiempo la perdía de vista, por fin después de mucho andar Lya se detiene, se detiene en frente lo que parecía las ruinas de una casa, con mucha basura amontonada, muy fea y desgasta y aparentemente sin luz alguna. Edward observaba a Lya curioso de que hacíamos allí, pero ella parecía pensando y murmurando cosas para ella misma, ¿Y sí estaba perdida..? Estaba muy segura de donde iba, a lo mejor y las cosas si cambiaron mucho.

Edward miro como Lya se dirija a una casa que estaba al frente, Ed decidió quedarse a distancia observando la si tuación desde allí y estando a alerta por si algo pasa, Edward observa como Lya habla con aquelal señora, al parecer estaba decidida a saber donde estaban sus padres, luego de un rato observa como Lya corre hacia un lugar, Edward que no conocía aquel sitio simplemente corrio tras ella siguiéndola, hasta llegar al cementerio, Lya empieza a llorar y Edward pone la mano en su hombro cómo diciéndole "Estoy aquí" o "cuenta conmigo" como lo quisiera tomar pero el estaba allí con Lya, y la iba a proteger. -Sera que… todo es mi culpa… ma-mamá…. Papa…- Escucha decir de ella mientras la observa aun con su mano en el hombre de ella. -Señorita Lya.....- Dice con un poco de tristeza, pero el quería que ella escuchara su voz para que contara con el para todo. Despues de varias lagrimas y llantos de su parte termina por sacudir su cabeza y recostarse sobre las lapidas de sus padres, Ed suelta su hombro y la mira con triztesa... -Perdón… perdónenme… pero por un instante… quisiera poder llorar…- Escucha decir de ella mientras que Edward se prepara para marcharse y dejarla sola, pero cuando da el primer paso. - Lamentablemente... no es el momento de llorar...- Un voz que no conocía dice esas palabras, casi de manera instantánea se voltea ver quien era o que quería era una caballero dorado, un aliado al fin... Pero aun así podría ser un impostor, Edward había escuchado el mito de los caballeros Dorados, de echo el era uno, pero no los conocía a todos.

Este santo que aparentemente era el de Virgo, menciono el nombre de Lya, simplemente Edward estaba impresionado. ¿Acaso se conocían..? –Como.. como sabe mi nombre…? No es algo que muchas personas sepan…tampoco el hecho de que yo estaría aquí…- Responde Lya al parecer no se conocían, en realidad aquel era un Santo interesante, después de varios intercambios de palabras de ambos, Edward se queda imprecionado de la gran sabiduria del Santo de Virgo, pero hubo un momento, en que al parecer su tiempo se detubo, pero por su puesto Edward no se dio cuenta de ello, era el poder del caballero de Libra... Ellos siguieerón intercambiando palabras, y luego el caballero desaparece mientras todo regresa a ser normal, y Edward vuelve a su estado normal pero un poco mareado... ¿Que paso...? Dice confundido mientrs intenta buscar con la vista al santo que estaba hace rato allí ¿Y el caballero que esta aquí...? Dice conmocionado ya que para el no había pasado ni un segundo desde que lo miraba.