Taurus vs Sagittarius

Invitado

Nombre del jugador: [Secret]
Personaje: Apollo de Sagitario
Correo electrónico: sixth-temple@hotmail.com
Petición de juez: Geminis/Libra. El primero que venga por mi esta bien.

Tautalo pon tu el lugar de combate y todo eso. Uhmm... busquemos un lugare que podamos destruir agusto si?

Invitado

Muy bien. Quieres destruir cosas... El Templo de Sagitario es perfecto entonces para eso, JA JA. Como yo hice las reglas del Coliseo, yo y sólo yo puedo saltármelas y escoger las condiciones en vez de hacerlo el juez. Ese será el lugar, con el clima... recién salido el sol, a las 6 de la mañana. Ya sabes, el que muera o se rinda es el que pierde. Empiezas tú por ser tu templo; las damas primero.

Invitado

Los primeros rayos de luz entraron por la entrada principal del Noveno Templo Zodiacal en el Sagrado Santuario de Athena, lumbrando aquel bello templo construido en tiempos mitologicos con granito y marmol. No se habia peleado verdaderamente en aquel templo en mas de seis cientos años ya que en las dos guerras santas anteriores a la epoca actual el Santo de Sagitario no habia tenido la oportunidad de hacerlo. Ahora, este templo estaba bajo la custodia de uno de los caballeros mas fuertes y notables desde la era mitologica... Apollo de Sagitario.

Apollo estaba en el centro del templo, de pie y en silencio. Su armadura dorada brillaba con el sol que infiltraba el lugar y solo hacia que su ser resultase mas radiante. Su cabello rubio iba a la par con su armadura mientras que sus ojos azules se encontraban escondidos detras de sus parpados cerrados. Las alas de su armadura estaban plegadas hacia atras pero podian plegarse en cualquier momento para ayudar a Apollo en su combate, y siendo estas parte de una armadura de oro eran tan resistentes como un escudo ademas de ser lo suficientemente grandes como para cubrir y defenderle el cuerpo si le resultase necesario... cosa que quizas era necesario contra aquel rival que se aproximaba a su lugar a proteger.

Finalmente sintio la impressionante cosmoenergia de aquel sujeto y abrio lentamente sus cristalinos ojos con lentitud para contemplar la entrada de su templo. Pronto veria con certeza la enorme siluetta de su contincante y prepararia para la inevitable batalla que seguramente comenzaria, aunque tenia ciertas preguntas de porque un hombre como el intentaria cruzar los Templos de los Caballeros de Oro a la fuerza. Era algo que aquel hombre pacifico no lograba entender... pero su deber era principal. Defenderia este templo hasta la muerte contra quien osase cruzarlo, sea amigo o enemigo.

- Veo que finalmente llegaste,- Dijo Apollo, su voz comenzo calmadamente pero rapidamente se elevo. La potencia de sus palabras retumbaron por todo el templo de Sagitario. Saco el arco de Sagitario desde el lugar en el que se ocultaba en su armadura y desplegandolo. - Taurus no Tautalo!-

Invitado

** La luz del sol se oculta un instante ante los ojos de un gallardo hombre que lentamente está subiendo las escaleras que separan el Templo de Escorpio del de Sagitario; escaleras que son el obstáculo por el cual no puede pasar la luz solar del sol mañanero que se encuentra ya en el horizonte, alzándose para alumbrar la llegada del nuevo día. Este coloso hombre porta una armadura dorada reluciente y hermosa, con picos puntiagudas, tan elegantes como temidos, en sus rodillas, codos y hombros, siendo más grandes en éstos. Dos grandes cuernos sobresalen de su casco semi-circular, diferenciándose bien de los cuernos de Capricornio y de Aries, pues éstos son ovlicuos con una penetrante curva, sin demasiada alza hacia el cielo.
Los pasos del caballero de Tauro resuenan en eco por su pesado ser, desgastándose incluso, muy poco, la piedra que conforma las escaleras, difumigándose el polvo de roca al aire; aire que agita gracilmente una capa que cuelga de los hombros del gigante. La bandera de España representa dicha capa con el color dorado encerrado en dos rayas rojas y amplias, con el escudo del país a la altura de la espalda del taurino.
Poco a poco se va vislumbrando la fisonomía del caballero a ojos de Sagitario, iluminándose él por el sol de cara, al cual ya puede apreciar visualmente, sin serle cegador al no tener demasiada fuerza a esta hora, las seis de la mañana. Su cuerpo queda finalmente en plenitud sobre la cima de las escaleras, en la entrada del patio exterior-principal del templo de Sagitario. Observa ahora el herrero al otro caballero, deparándose en sus rasgos únicos.

- Muy buenos días, Sagitario; perfecta estampa se aprecia desde tu templo, hasta el que he tenido que subir desde mi casa la segunda en la escala, pero merecerá la pena. Ja ja. -

Alegre se muestra, con una sonrisa y un semblante gentil, con un tono de voz amable y calmado, muestra de su pasividad ante los problemas. Espectante queda ahora de que comience lo acordado, no siendo esto en iniciativa de toro de Toledo provocado. **

Admin Mensajes : 39 Fecha de inscripción : 19/07/2010

FDR: Seré yo quien juzgue en este combate...prosigan sin contratiempo

Invitado

No pudo evitar sonreir cuando Sagitario escucho las palabras del Caballero de Tauro. - Muy buenos días, Sagitario; perfecta estampa se aprecia desde tu templo, hasta el que he tenido que subir desde mi casa la segunda en la escala, pero merecerá la pena. Ja ja. - Dijo aquel enorme hombre en su tipica manera amable y calmada. Al igual que Apollo, Tautalo era un hombre pacifico y honroso; seria un combate muy interesante en la opinion de Apollo.

- La subida te habra hecho entrar en calor, Tauro, espero que no te de ningun tiron de muslo en esta batalla... realmente lamentaria aquello.- Le dijo, igualando su tono a aquel de Tautalo. Apollo era un hombre amable, y solia gozar de muchas amistades dentro del Santuario y del respeto de muchos. HIzo una minima reverencia hacia Tautalo, mostrandole su respeto como oponente y comenzo a hacer que su cosmoenergia empezase a crecer en el interior de su cuerpo. Aumento exponencialmente traspasando con facilidad los primeros cinco sentidos y el sexto hasta alcanzar el borde del septimo. No era una azaña demasiado dificultosa para el Caballero de Sagitario, considerado como uno de los caballeros dorados mas habilidosos en la historia de los Santos de Atena. El era un prodigio, habia dominado este septimo sentido a los seis años... hace veinte y un años asi que habia tenido muchisimo tiempo para perfeccionar el control del mismo.

Su cosmos comenzo a crear una especie de presion en el templo de Sagitario, y cualquier piedra suelta del lugar se elevaria y se desintegraria con tan solo la cercania y la presion del cosmos. Seguramente tambien la sentiria el caballero de Tauro frente a Apollo en su caballo y su capa representando la bandera de España. Las alas de la armadura de Apollo finalmente se abrieron para mostrarle como un angel dorado y su propia capa blanca comenzo a fluir tras el y el cabello rubio visible bajo su casco comenzo a fluir hacia arriba mientras sus ojos azules miraron con intensidad al hombre frente a el.

Sus labios esbozaron una sonrisa. - Comencemos, Tautalo... veamos quien es el mas fuerte!-

Invitado

** El caballero de Tauro siente en seguida la elevación cósmica de Apollo; cómo se eleva por instantes hasta alcanzar el casi séptimo sentido. Su mirada está fija en un punto, en el cuerpo de Sagitario, a la altura de su rostro, mas su visión general logra apreciar hasta sus laterales, viendo así las piedras del suelo elevarse y desintegrarse por la potencia cósmica elevada en el recinto sagrado del 9º templo zodiacal.

- Rápido y fuerte empiezas a mostrar tu interés de pelear muy en serio. Esperaba haber podido calentar primero un poco más ["un poco más" en mención a que Apollo hace ver a Tauro que ha calentado subiendo escaleras]. Pero ya que tú eres el patrón del barco, a tu nivel deseado me habré de intentar poner. -

Las palabras de Tauro finalizan con un cambio brusco de expresión facial, tornándose su mirada amable y alegre a una más seria y violenta, aunque sin perder nunca la tranquilidad caracterizadora. La bandera española que actúa como capa a su espalda empieza a balancearse suavemente, como si una repentina brisa la estuviese acariciando. Luego la capa empieza a balancearse con mayor brusquedad, como si la leve brisa se hubiera transformado en violento viento, llegando a colocar la bandera contra el cuerpo de Tauro, quedando a la vista de Sagitario la extensión de la tela por los lados del coloso; coloso que es rodeado por una tela energética de color oro, siendo en todas partes de su cuerpo igual en tiempo de aparición e intensidad, denotándose la elevación lentitudinal del caballero. Sus piernas se flexionan, quedando los picos de las rodillas apuntando al frente, al igual que lo hacen sus brazos, con los codos mirando hacia el suelo y las manos, cerradas en fuertes puños a presión, hacia el cielo. Su cuerpo, aunque más agachado y concentrado, no queda reprimido ni curvado, sino que permanece recto, como si una vara sostuviese tu fisonomía tiesamente.
Por este mismo hecho el suelo empieza a sufrir las consecuencias de esta gran elevación cósmica, hundiéndose las plantas de sus pies en el suelo al aplastar éste, creando una pequeña grieta hacia el frente de pocos metros de expansión. Hasta la altura de sus tobillos se alza el suelo por el encrustamiento de su cuerpo a la tierra, conectándose con la energía natural del ambiente. Una gran polvareda se levanta por los socabones del suelo, elevándose por encima de sus rodillas y en un radio de pocas dimensiones. Además, todo el aura dorada que rodea su cuerpo se ensancha desmesurada y repentinamente, permitiéndose incluso enviar una pequeña ráfaga de energía sobre su cabeza, saliendo de los picos de las astas de su casco de toro, tomando así la forma de éste y elevándose unos centímetros sobre sí. Realmente el hombre de grandes dimensiones está preparado, y cualquier persona débil de moral que lo viera fácilmente se hundiría en el pesimismo real de una inevitable derrota.

- ¿Sabes por qué la profesión de torero no está tan demandada como otras, y son pocos los que se mantienen con los años trabajando en ello? Porque no todo el mundo puede serlo. Hacen falta dos pares de cojones para plantarse delante de un toro bravo y luchar contra él, sabiendo que un mínimo error puede suponer la muerte. -

Habla en explicación de tan dura y admirable profesión por parte del herrero, sin quitarle ojo a su ahora adversario de equilibrado poder cósmico en elevación.
La polvareda se va disipando lentamente por hechos naturales, pero no el aura ni el estado del caballero que, aunque pesado, sabido es que no por nada es un caballero de oro. **

Invitado

Al escuchar las palabras de Tautalo Apollo no pudo evitar sonreir de nuevo. Si bien conocia la profesion de torrero, no era algo novedoso para el, y tambien conocia bastante bien el peligro que conllevaba enfrentar a un todo. No era tonto, por lo que sabia que el punto mas fuerte del toro era la parte de enfrente de el... la espalda de un toro estaba sumamente desprotegida... solo tenia los cuernos enfrente de el. Con esto en mente el Santo de Sagitario formulo una especie de estrategia.

- Nunca quise ser torero,- le dijo a Tautalo. - Pero no durare en clavarte mi flecha entre tus hombros!-

Elevo su diestra que sujetaba el arco de Sagitario, sujetandolo horizontal, y en su siniestra concentro su energia haciendo que apareciesen tres flechas que de pronto materializaron en flechas doradas bastante reconocidas en el santuario. Estas felchas tenian un poder increible de penetracion ya que eran capaces de traspasar, incluso, armaduras divinas como lo habia hecho con la armadura de poseidon. Coloco las tres flechas en su arco, dos de ellas en un angulo traingular de cuarenta y cinco grados mientras que la otra estaba exactamente en el centro de las dos. La flecha central apuntaba directamente al pecho de Tautalo y si daba con el seguramente lo penetraria aunque sinceramente dudaba que lo pararia... pararia a cualquiera pero los Tauros tenian una fuerza y resistencia fisica impresionante.

Igualmente, Apollo no se detuvo... no tenia miedo del Toro Dorado y haria todo lo posible por enfrentarle. De inmediato solto las tres flechas a la vez, disparandolas en la direccion de Tauro. Estas viajaban a la velocidad de la luz asi que serian practicamente imposibles para ver a esta velocidad y debido a la corta distancia entre ellos serian bien dificiles de esquivar o incluso de dictar exactamente a donde iban.

Sus alas doradas comenzaron a rodearle un poco el cuerpo pero no por completo aun... sus ojos azules y entrenados miraban fijamente su objetivo, viendo que haria para reaccionar instantaneamente a lo que Tautalo haria. Prometia ser un combate interesante...

Invitado

** El cosmos del caballero de Tauro sigue elevándose de a poco, ensanchñandose a su alrededor y expandiéndose en perímetro. Su capa se ondea repentinamente hacia atrás por una brusca brisa contra él, ocasionada por su propia energía que, antes de ser expulsada, implosiona en el aire, reuniendo toda le energía centrada en su aura, la cual desaparece al ocurrir la inversa de la implosión: la explosión. Una gran explosión cósmica emerge alrededor de Tauro que conformaría una luz demasiado intensa para los ojos. En esta misma explosión se sucede el traslado del cuerpo del caballero de frente, abriéndose un poco más la grieta del suelo al sacar de golpe los pies de los dos huecos.

Así, el caballero de Tauro se avalanza sobre el caballero de Sagitario, ladeando su cuerpo con el corazón hacia atrás y con su hombro derecho hacia adelante, inclinado en la disposición fija de un futuro placaje corporal. Así, con esta pisición y por la expulsión cósmica que dio inicio a su trayecto, las flechas de Sagitario no tendrían el efecto esperado. La más lejana, que vendría por la izquierda de Tauro, pasaría de largo al instante por el repentino cambio de postura del herrero; la central rozaría la capa superior del peto del dorado, apenas ahciendo un rayajo en la pintura; la otra, la más peligros a asu posición, sería interceptada suertudamente por el gran pico que sobresale de su hombro, el cual es perforado y partido en la punta por el paso relampagueante de la flecha dorada. Un destello, como la cola de un cometa, queda a la derecha de Tauro, sobre su hombro, acompañado de la caída rápida e inminente de la parte superior del pico de su hombro, que clavado se quedaría sobre el suelo, por su derecha y a varios metros. Ni cuenta se daría , a todo esto, el caballero de Toledo ante su gran partida rápida y potente contra el cuerpo de Apollo, directo a pasar sobre él con todo el peso de su cuerpo, la velocidad que caracteriza a los rayos y la fuerza e ímpetu depositados en el placaje, el cual también estaría frenado en efectos al no contar con el peligroso pico de su hombro, pero los dos metros y medio de altura y los ciento cincuenta kilogramos de peso equilibran su pérdida.
Una estela de polvo queda detrás de Tauro, en ese pequeño trayecto; corta era la distancia, y por corta que era las flechas lo hubieran patado de no ser por su expulsión cósmica que frena la fuerza y por el cambio de postura; y corto es el trayecto a la inversa, para el fácil acceso, e inmediato, del cuerpo de Táutalo para abatir al de Apollo, cual camión de cisterna directo a chocar con un coche. **

Invitado

Apollo vio sin problema alguna como la flecha de la izquierda pasaba de manera, al parecer, inofensiva de largo del caballero de Tauro. Era justo lo que se habia esperado. La fecha dio contra una de las multiples columnas del Templo de Sagitario, partiendo la piedra que dividiria la columna en dos partes, la que estaba sujeta al suelo y la que estaba sujeta al techo. Por la fuerza edl golpe la columna comenzo a partirse y a moverse, incapaz de mantenerse recta. El techo comenzo a desmoronarse y una gran cantidad de piedras y demas comenzarian a caer sobre el caballero de Tauro mientras corria hacia Sagitario. Debido al angulo de 45 grados que tenia la flecha al lanzarse era mas que obvio que esta ni la que iba por la derecha habian sido disparadas con la intencion de dar contra Tauro sino contra otro objetivo. Si la otra flecha no hubiera sido deflejada con el hombro del coloso hubiera dado contra la columna paralela a la siniestra y el techo completo--toneladas de piedra--caerian sobre Tautalo, pero ya que solo dio la mitad solo mitad del techo caeria sobre la posicion de el Toro de Oro.

Igualmente, el Santo de Sagitario no confiaria mucho en esto ya que con el veloz movimiento del mastodonte humano no estaba del todo seguro si el techo lograria dar contra el o no asi que fue obligado a continuar su estrategia antes de tiempo. Las alas que comenzaron a cubrir a Apollo anteriormente lograr capsular al Santo justamente antes de que Tautalo llegase a la posicion de el, deflejando con la dorada coraza de estas alas a aquel buque mientras daba un paso hacia la izquierda lo suficiente como para no comerse toda la ostia de lleno. Comenzo a girar su cuerpo con la llegada de Tauro, la fuerza de su masa daria contra el caparazon que se habia creado con las alas haciendo que Sagitario diese una vuelta completa de trescientos sesenta grados. Dentro de sus alas protectoras Sagitario creo a la velocidad de la luz otra flecha en su siniestra y la coloco en la cuerda de su arco.

Dado el giro causado por la fuerza increible de Tauro, Apollo abrio sus alas en un movimiento sorpresivo y con tanta fuerza que un aire dorado empujaria cualquier ser frente a el de seguro hacia atras. Debido al paso hacia el lado y el giro seguramente haria que Tauro pasase un poco de largo de Sagitario; al menos lo minimo para que ahora Apolo estuviese mirando el pecho de Tautalo que previamente habia estado escondido detras de su hombro. Con la apertura de sus alas y su nueva posicion, Apollo ya habia levantado su arco y sin dudar nisiquiera un instante y, mientras que sis piernas se flexionaron para impulsarle hacia atras, Apollo solto una cuarta flecha a la velocidad de la luz a una distancia tan corta que seguramente seria imposible de esquivar. La flecha, en el caso de acertar, daria contra el pecho del mastodonte, penetrando en su armadura dorada para alcanzarle el corazon. Si esto no le mataba, seguramente le pararia lo suficiente como para que se diese cuenta que no tenia oportunidad contra el Caballero de Sagitario. Esta flecha era capaz de hacer que un caballero de oro cayese en coma...

Invitado

** El techo se derrumbaba, pero demasiado tarde; la velocidad del caballero de Tauro era igualitaria a la de un relámpago, y la caída por fuerza natural y gravitatoria del techo no podría llegar si quiera a una velocidad de sonido. Una gran espesura de polvo, piedras y estruendo queda en la antigua ubicación de Táutalo, dejando entrar la luz celeste.
El caballero de Tauro había hecho estallar parte de su cosmos para conseguir así propulsión en su placaje, habiéndole servido anteriormente también para frenar con esto las flechas atacantes, mas pareciera que una segunda función, o realmente la principal y oculta, estaba por revelarse.
El coloso había impactado contra el cuerpo de Apollo, pero sin mínimos daños ante la defensa que se había proporcionado gracias a sus alas, pero había golpeado. El golpe le sirve a Táutalo para saber que ha habido contacto físico, por lo que frenaría al instante en el que lo nota, estancando sus pesados pies sobre la tierra, llegando incluso a penetrar en las baldosas, como sucedió anteriormente. El cosmos en estallido permanente habría entrado también en contacto con las alas de Sagitario, y Táutalo reaccionaría por ello enseguida, además justamente en el momento en el que una onda expansiva, propiciada por la violencia de Sagitario, abarca su cuerpo para empujarlo. Sus pies están incrustados en el suelo y por ello no lograría mover aquella mole estancada, mas sí empujarlo y hacer que su cuerpo caiga de lado al suelo, con el pecho al cielo. Es justamente cuando se encuentra cayendo de espaldas a la tierra por tal empuje que el cosmos implantado en el placaje da a luz ante la iniciativa propia de Táutalo, un gran destello dorado se formaría alrededor mismo del caballero de Sagitario, con un hilo energético desde la base operativa: el torso del herrero. Además ocurriría tras la apertura de las alas, dando una imagen elegante, divina.

- ¡¡¡ GRAN CUERNO DE TAURO !!! -

Su grito de guerra daría el inicio a la técnica; técnica que combina la salida del cosmos en destello desde el pecho de Tauro con el cosmos que residía, tras el golpeo sin daños de su placaje, en la armadura de Sagitario, fusionándose las energías en un mismo punto epicéntrico: el cuerpo de Apollo. Una gran fuerza cósmica gravitatoria que atraería incluso los escombros cercanos, el suelo al desquebrajarse y un temblor que sacude la tierra. Este destello de oro saldría hasta hacia el cielo disparado.

Es entonces cuando Tauro crea una pausa expresiva, su rostro está fijo en un semblante sereno y furioso, con la mirada perdida en el cuerpo de Apollo. Una flecha hay clavada en su pecho, habiendo perforado su armadura y por cuya perforación emanan hilos de sangre que descienden lentamente por el dorado, teñido de rojo, hacia el suelo. Una armadura que tomaría el color de su bandera de España: rojo y oro. Realmente era algo que Tauro vería con buenos ojos; haber podido igualarse a su bandera y patria con esa herida casi mortal, pues la caída hacia el suelo, por mientras la cual la flecha acaeció fulminantemente, ocasionó que la flecha cayera más abajo y más a la derecha de la posición de su corazón; un milagro. Aun así, estaría en grave peligro, tendido en el suelo y mirando a su adversario, el cual habría sido rodeado por todo ese cosmos; cosmos que no habría explotado en ataque, no habría hecho nada; pareciera que todo ese cosmos atacando decidió permanecer en pasimonia, disipándose por alrededor del cuerpo de Apollo, como si se internara en su ser cual insignificamente e inofensiva luz solar.

Tendido en el suelo, mirando a su adversario en pausado rostro, con los brazos hacia el cielo y los pies desenterrándose por fricción, elevando piedras pequeñas al tenderse por completo.

- Esto...me recuerda a una corrida de toros... La de Manolete... ¿Por qué...? je...je...-

Ríe conforme se tiñe su armadura de rojo sangre, tiñiéndose igualmente la bandera que lleva por capa, ensuciada en el suelo tras él. **

Invitado

Los ojos de Apollo se abrieron en sorpresa al escuchar el rugido proveniente del caballero de Tauro al anunciar su tecnica; - ¡¡¡ GRAN CUERNO DE TAURO !!! -

Sus piernas ya flexionadas y cuerpo en movimiento lo impulsaron hacia atras en un poderoso salto que lo llegaria atraves de dos columnas y seguramente a salvo de la tecnica del colosso. Sus alas ya habian comenzado a cubrirle el cuerpo e incluso levanto ambos brazos para protegerse el rostro en el caso de que las alas no llegasen a tiempo. Tras un momento en esta posicion se dio cuenta de que nada estaba pasando y hecho la vista hacia Tautalo que parecia estar en shock; la flecha que habia enviado habia dado en el pecho del enorme hombre y sangre comenzo a correr por su armadura dorada, viendose como la patria que Tautalo amaba tanto. Cuando Tautalo finalmente cayo hacia atras Apollo dejo su posicion y puso su cuerpo recto mientras miraba al Defensor de la Segunda casa prostado en el suelo.

- Esto...me recuerda a una corrida de toros... La de Manolete... ¿Por qué...? je...je...- Dijo el Santo de Tauro y Apollo no pudo hacer mas que sentir una nueva sonrisa tirar de sus labios. Era sorprendente el infinito buen humor del colosso. Apollo no tenia ni la menor idea de quien era Manolete, pero al parecer le era importante para Tauro.

Se escucharon pasos a medida que los tacones de la armadura de Sagitario pisaron el suelo del templo al andar hacia su rival. Se paro a dos metros de el y se quedo postrado alli mirandolo por unos momentos. Finalmente cerro los ojos y comenzo de nuevo a acumular cosmoenergia, haciendo llegar a su septimo sentido. El cosmos calido del Santo de Sagitario invadio de nuevo todo el templo, su aura dorada parecia salir de cada uno de sus poros como si se tratase de un envase intentando liberar una cantidad infinita de agua. Era el cosmos del Legendario Apollo, lider del ejercito de Athena en 1200. Este cosmos lo habia usado para animar a sus tropas antes de cada batalla y seguramente Tauro sentiria tambien como su alma se levantaba, su corazon se hinchaba de valentia y calor que Apollo estaba otorgandole.

- Levantate, Tautalo de Tauro.- Le dijo en una voz llena de confianza mientras abria los ojos para mirar a aquel hombre enorme sangrando en el suelo. - Demuestrame de lo que es capaz el Toro de Osborne.-

Invitado

** El caballero de Tauro se encontraba tendido en el suelo, observando a su antagonista con vacío en su mirada y nula expresión facial conforme la sangre de su pecho caía lentamente desde el hueco que la flecha, clavada, había ocasionado.

El caballero de Sagitario bajó sus defensas al ver que el Gran Cuerno de Tauro no hacía hecho nada, se había detenido; realmente se había infundido dentro del ambiente, cauteloso, en lo que el Flecha de Oro se aproximaba a Tauro en pasiva inocencia. Una mueca de satisfacción propina el semblante de Táutalo al ladear su boca a la izquierda sonrientemente tras lo cual un destello dorado empezaría a brotar de nuevo alrededor de su cuerpo, palpando el suelo y el aire en unión, aún tumbado. Cerca era la distancia entre ambos, y más cerca aún la energía cósmica apagada anteriormente pero mantenida que brotaría de repente alrededor del cuerpo de Apollo, como si saliera desde la capa externa de su armadura; como si esa energía fuese el propio oxígeno del aire que no se aprecia pero permanece ahí. Así, el inicio de una explosión emerge de su armadura con grandes haces de luz de diversos tamaños y ángulos por su fisonomía, como si emergiesen de un núcleo energético: el cosmos de Tauro que penetró en el cuerpo ajeno como simple aire, sin funciones rápidas. Era el efecto retartado del Gran Cuerno de Tauro, conectado a la señal que Táutalo hace al elevar su cosmos desde su posición, en el suelo tendido.

- Manolete fue un torero...del siglo XX... En una corrida, tras darle el toque final al toro... Manolete se dio la vuelta para recibir obaciones por su logro... cuando de pronto el toro, tendido en el suelo, se levantó... y le corneó por la espalda, matándolo en el acto... y tendiéndose, el toro ya moribundo, junto a Manolete... Toro y torero, ambos muertos... -

Cuenta esta historia mientras aquel Gran Cuerno de efecto retardado cumple sus funciones; destructivas, obviamente, que de estallar de lleno en el cuerpo de Apollo podría dejarlo semi-desnudo (de armadura) y herido de gravedad en todo el perímetro de su cuerpo.
Los brazos de Tauro están recostados sobre el suelo ahora en forma de apoyo con los codos, con su torso inclinado y erguido y con sus pies platandos sobre el suelo, como si estuviera preparado para levantarse en cualquier momento; todo dependería de lo que ocurriese, pues quizá no sería necesario más que echarse a dormir... **

Admin Mensajes : 39 Fecha de inscripción : 19/07/2010

Existe algo que ha sido obviado por ti, Táutalo...los preceptos de tu técnica indican que debe existir un nexo energético entre los cuerpos de la víctima y el victimario para que la misma se lleve a cabo. Sin duda alguna tú seguiste dicho precepto, pero inconscientemente Sagitario lo rechazó...al expulsar su energía de cada poro, de su cuerpo, la misma obviamente, por la tangente tendrá que pasar por el placaje de su armadura, por ende, arrastrará consigo la tuya propia y liberará su cuerpo de la misma...esto quiere decir que el ataque es fallido, ya que la conexion que mantenía esos lazos entre vuestros cosmos fue rota. Si me das una razón lógica por la cual el mismo pueda seguir, cambiaré de opinión con mucho gusto, pero eso es lo que veo de momento.

Por otro lado, por el lugar en el que cayó la flecha, poco más abajo del pecho, presumo que la misma habrá fisurado de algún modo el pulmón derecho, por ende, en este caso, sin una razón lógica-vuelvo y repito, los pulmunes de tu personaje terminarán llenándose de sangre y éste se ahogará hasta morir...

Invitado

[Posteare cuando sepa como proseguir.]

Invitado

OT: Lancé el Gran Cuerno de Tauro y éste se "apagó", se quedó disuelto sin explotar, cuando me impactó la flecha. No es que la energía se metiese dentro de Sagitario, sino que está en el aire disipada y, con la elevación repentina de Táutalo en el suelo, esta energía que estaba en estado Off se pone en On, pero en el aire, atacando ahora por el factor sorpresa a Sagitario, y sería ahora también, cuando la energía empieza a activarse, cuando se iría hacia Sagitario, no que la energía saliera de él, sino que sale del aire de alrededor de él.

Tema: Re: Taurus vs Sagittarius Vie Ago 20, 2010 2:08 pm

Empate.

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