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| Tema: Alexander de Dragón Jue Jul 22, 2010 12:17 am | |
| Jugador: Luis
Nombre: Alexander Ventormenta Apodos: Alex Edad: 20 Rango: Caballero de Bronce
Lugar de Nacimiento: Posadas -Misiones, Argentina Lugar de Entrenamiento: Diferentes zonas del país.
Familiares: Sebastían Ventormenta (Padre) Apodado "el dragón" Amistades: Ninguna concreta, ya que por sus constantes viajes deja de ver a las personas. Amorios: Ninguno hasta ahora
Armadura:
Descripcion Fisica:
Descripcion de Tecnicas:
- Spoiler:
# Rozan Shōryūha (廬山昇龍覇, 'Rozan Shōryūha'? Dragón ascendente de Rozan): Golpe que concentra todo el poder del dragón en su puño derecho. Este golpe es capaz de revertir el curso de la cascada de Rozan, pero tiene un punto débil. Mientras concentra todo el cosmos necesario, un dragón aparece en la espalda y la garra derecha del dragón muestra exactamente la posición de su corazón. Además al lanzar el ataque el brazo izquierdo baja por una milésima de segundo y deja al descubierto el pecho de Shiryū. Si un enemigo lo ataca en ese momento podría ocasionarle la muerte, pero aquel que reciba el poder de está terrible técnica de un solo golpe puede acabar con el enemigo y el enemigo puede terminar con toda su armadura hecha trizas. # Rozan Ryūhishō (廬山龍飛翔, 'Rozan Ryūhishō'? Dragón volador de Rozan): Variación del Dragón Naciente, pero más potente que esta. # Rozan Hyakuryūha (廬山百龍覇, 'Rozan Hyakuryūha'? Cien dragones de Rozan): Similar al anterior, pero lanza cientos de ataques con un sólo movimiento. Esta técnica se la enseño su maestro en la pelea que tuvo contra Shion de Aries durante el ataque de los Santos revividos por Hades, al Santuario. # Rozan Kōuryūha (廬山亢龍覇, 'Rozan Kōuryūha'? Último dragón de Rozan): Al concentrar todo su cosmos a un nivel más allá del máximo, ocasiona una terrible explosión que destruye todo lo que este cerca y que además lo lanza miles de millas a lo lejos. Shiryū descubrió esta técnica de casualidad cuando entrenaba para realizar el Dragón Naciente.
Descripcion de Personalidad: Es un joven de mente abierta, comprensivo. Temeroso de si mismo y de los dioses. Servicial, respeta la familia y por ende a su padre, por sobre todo lo humano. A pesar de haber practicado las artes marciales de su padre, él nunca logró controlar la totalidad de sus emociones, por lo que a veces es demaciado pasional con lo que hace, lo que el lleva a hacer errores.
Breve Historia: En el año 2180 un hombre regresa de un largo viaje a su país natal, la Argentina. Este hombre regresaba de la China de haber completado su entrenamiento en las artes marciales, o mejor conocidas como Kung Fu, con uno de los más grandes maestros el Obispo Chong Ming. En una de las provincias, aquella que lo vio nacer, lo es pera su mujer y el nacimiento de su hijo. Misiones es la provincia y Alexander el nombre del infante. Sebastián Ventormenta es el padre y este apellido es el que llevaría el niño a lo largo de su vida. La aventura continúa y comienza.
El niño creció fuerte y saludable, bajo la tutela de su padre y el Kung Fu. Se demostraba alegre de poder complacer a su padre y encontraba fantástica la filosofía detrás de cada golpe. De amanecer a anochecer el niño entrenaba, mientras su padre cumplía su trabajo, demostrar al país lo que había aprendido en el lejano oriente. Por esto mismo era que viajaban tanto y también porque ninguno quería regresar a su casa. Esa casa que tanto cariño cultivo ahora estaba vacía. Al nacer, la madre tu complicaciones en el parto que le siguieron durante los pocos años que pudo pelear contra ellos y ahroa descansan sus cenizas bajo la “Garganta del Diablo” la cascada más grande del conjunto que hay en Iguazú.
A la edad de 15 años, el joven Alexander ya conocía todas las regiones de su país. Y el había utilizados eso para su entrenamiento, conocía y sabía como pelear en todos los climas posibles. También tenía en claro que Ushuaia no era el lugar más frío del mundo y que Salta no era el lugar más cálido. Pero tenía sus ideas. En el tiempo que pasaron en la provincia de Santa Cruz, había logrado meterse de contrabando en el Parque Nacional de los Glaciares y se encontraban entrenando sobre el Glaciar Perito Moreno. El padre del joven aún no entiende como ni porque, pero en el momento que mira a Alexander, este está concentrándose ampliamente en su puño para lanzar un golpe hacia una saliente del glaciar, por curiosidad, no dijo nada, y esto concluyo, con que el joven se había concentrado tanto que despertó el poder de su cosmos y el fragmento de glaciar quedó hecho trizas. Es este el momento en que deben escapar para no meterse en problemas con las autoridades locales, y mientras lo hacen Sebastián, recuerda las palabras de su maestro en China: “tu hijo será capaz de cosas increíbles, pero estará en ti que lo dejas desarrollarlas. Su vida se divide en dos caminos: tranquilidad en el mundo, ajeno a la batalla que lo envuelve, o parte de ella, derramando su sangre por la justicia. Tu decidirás su destino, te he dado las armas para ello.” Y parten, su último viaje, al último lugar que querrían ir ambos. Su hogar.
Los próximos 5 años serían un entrenamiento sobrehumano, casi imposible, pero el joven quería saber más de lo que había pasado en el glaciar y soporto los días y noches sin dormir, su cuerpo se tornó cada vez más fuerte y resistente y las batallas con su padre cada día duraban más. Su mente se hacía, también, fuerte, ante el fracaso y ante esa sensación extraña que le generaba su padre.
Un día, bajo la necesidad, deseo de vencerlo, y el sentimiento de deuda hacia él, de querer demostrarle que n había gastado su tiempo en vano, un dragón se dibuja en su brazo y cuando lanza el golpe, centrado al rostro, puede ver como esa bestia nace de su puño y se eleva a los cielo, al momento siguiente cae desmayado al suelo y al momento siguiente de despierta, ya era de noche y estaban frente a la gran cascada, donde los restos de su madre estaban enterrados, la Garganta del Diablo. Su padre le da la orden de que parta a la mitad la cascada. Luego de una hora de debatir lo imposible de ello, el joven es convencido de que debía concentrarse. El no sabe cuanto tiempo pasó, solo que cuando lanzó su puño, el dragón que creyó haber soñado apareció una vez más y la cascada se partió en dos. Su padre lo reverenció y le dijo que ya no tenia nada más que enseñarle.
Durmiendo esa noche, Sebastián recuerda a su maestro y se siente contento de haberle enseñado todo lo que sabía. Porque se había criado como guerrero y como tal, su hijo, parecía estar feliz, dejaría que él ya adulto, decidiera su camino, cerró los ojos y lo acompaño en su sueño.
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