El Castigo de Dios

Tema: El Castigo de Dios Dom Jul 18, 2010 9:55 am

Los santos de Ofiuco y Fénix fueron capturados, encerrados y maltratados por los católicos. Les colocaron collares que les impedían utilizar su cosmoenergía y los privaron de sus armaduras. Ahora se dirigían a su terrible destino, serían asesinados en una guillotina si no aceptaban a Cristo en sus corazones, como les advirtió Leonard D’ Chatillon. Sin embargo, tanto la santa de Ofiuco como el santo de Fénix expresaron su infinita lealtad hacia Athena, llevando su destino a una muerte segura, o al menos eso pensaron. Cuando Leonardo de Fénix estuvo a punto de ser decapitado, la guillotina se detuvo a medio camino y todo alrededor se paralizó como quedando en un vacío. Duhka de Virgo había aparecido, usando su telequinesia para salvar a ambos santos de plata, quitándoles los collares que suprimían su cosmos y liberando a Leonardo de la guillotina, además de despojando de sus armas a los soldados del Vaticano. Tras esto Duhka invoco una horda de demonios con una tecnica y les ordeno a todos abandonar a su falso dios y aceptase el amor de Athena o los demonios les castigarian y llevarian con ellos sus almas hasta el infierno.

Tema: Re: El Castigo de Dios Lun Jul 19, 2010 11:38 pm

La hoja afilada de la guillotina se detuvo a mitad de su camino, quedandose en aquel ligar por lo que parecia ser la obra de un milagro. No era lo unico que se detuvo, el ligero viento del lugar ceso, los perros que anterior ladraban por la gran cantidad de sonido proveniente de la plaza donde se encontraban para ver la ejecucion se detuvieron. El sonido ambiental se detuvo por completo... como si se encontraban en un vacio. Todo se detuvo, como por la voluntad de un dios se tratase.

Detras del publico hubo un poderosisimo estallido de luz que consumio todo por un momento antes de desaparecer completamente, revelando a un hombre de larga cabellera rubia. Su rostro con ojos cerrados se mostraba completamente sereno, perfectamente en paz con el mundo. Pero aquello no era lo mas sorprendente de aquel hombre con rasgos femeninos que se postraba ante ellos, sino la relumbrante armadura dorada que parecia brillar con la luz de un sol... capaz de iluminar la mas profunda oscuridad si este los desease. En su brazo derecho cargaba con el casco de esta armadura mientras que en su mano siniestra sujetaba un rosario de bolas marrones... era el Santo de Virgo.

Conocido como el hombre mas cercano a Dios, este poseia a poderosas dotes mentales que le harian capaz de detener el movimiento de una persona e incluso sellarle la capacidad de utilizar su cosmos a miles de kilometros de distancia. Incluso en una vida pasada habia logrado paralizar dos santos de Athena en el mismo infierno, haciendo que quedasen atrapados en un tiempo rigido por el... tales eran sus poderosas habilidades del Santo de Virgo. Detener la filosa hoja de la guillotina no era ni un poco dificil para el... mucho menos estando el aqui personalmente.

Comenzo a andar hacia adelante, utilizando sus habilidades telequineticas para apartar las personas de su camino sin dificultado alguna. Las partia de su camino como la biblia dijo que Dios partio el mar rojo en el viejo testamento. En esto el Santo de Virgo comenzo a hablar mientras hablaba, jamas abriendo los ojos ya que no era necesario para el. El lo veia todo, igualmente. Sus cosmos no estaba muy elevado pero igualmente el santo de Virgo estaba preparado para cualquier posible ataque... aunque no tenia uno en lo absoluto. El viajaba mas rapido que el sonido.

- Que ironico.- Comenzo el joven Virgo, su voz tan serena, tan llena de paz y sabiduria que llegaria a los oidos y los corazones de todos apesar de que el no estaba hablando alto. Esto se debia a que la voz de el nada mas era una agregacion de las palabras que salian de su mente, entrando telepaticamente en las mentes de otros. De esta forma tambien podia leer las mentes de todos de manera pasiva y detectar de donde provendria el peligro. Continuaba hablando, andando recto sin miedo ni detenerse mientras apartaba a los humanos del camino. - Aquellos a los que los Santos de Athena han jurado salvar seran los que nos maten... como una relacion simbiotica ha llegado el momento en el que el parasito pide tanto que el que le da de comer ya empieza a morirse. Como un perro mordisteis la mano de aquellos que te dan de comer... pero por desgracia vuestro duenio tiene el corazon tan grande y lleno de amor que os sigue amando, os sigue protegiendo. No solo del mal, sino de nosotros a quienes cazais.-

Continuo avanzando hacia el frente, no detendiendose en ningun momento. Su mente dio un tiron de las armas de los vanguardistas y el centuron, en un intento de arrancarselas de las manos. Si esto tomase efecto el Santo de Virgo usaria su increible poder mental para someterlas a presion, aplastandolas hasta convertirlas en densas canicas metalicas sin uso alguno mas que el de un souvenir. Mientras tanto, no dejo de hablar.

- Soy Virgo no Duhka, el Hombre mas Cercano a Dios.- Anuncio, finalmente elevando su voz. Junto con su voz la presion de su cosmoenergia aumento y todo aquel que no tenia una cosmoenergia similar a la de Virgo comenzo a sentir como algo les empujaba hacia abajo, con la intencion de arrodillarlos ante la persencia de Virgo. La unica persona que no sentiria esta presion seria la amazona de oficuo que en cambio sentiria como el opresor de cosmos al rededor de su cuello se abria con un sonoroso "CLACK!" y cayese al suelo completamente deshabilitado. El que se encontraba alrededor del cuello de Fenix tambien lo haria, ahora ambos santos serian capaces de utilizar sus cosmoenergias... este dato seguramente pasaria desapercibido debido a que Virgo estaba tomando la atencion de todos. - Pero para vosotros yo soy un Dios, soy un ser supremo y con tan solo pensarlo os arrodillareis ante mi divinidad. El Dios Cristiano es falso, mis conversaciones con Buda desde los seis anios me han llevado a saberlo. Que dios profesa misericordia mientras que permite que maten a los suyos? El Papado de Roma os desea como esclavos, desea el poder... y vosotros como imbeciles se lo habeis otorgado.-

Esta vez torno su telequinesis contra el mismo, elevandolo hasta el altar donde se encontraba la guillotina. Se giro y miro hacia el publico que habia venido a ver la ejecucion de los Santos. - Ahora... sentid el Castigo de Dios... Tenkuhaya Chimimōryō!-

Virgo elevo su siniestra hasta el cielo apretando el rosario que colgaba de su mano mientras que la energia que emanaba desde su interior dio un pique velo para abrir aquel portal en el cielo. El azul del cielo se volvio completamente negro y del centro exactamente sobre el parecio que una gran cantidad de espiritus empezaron a volar hacia abajo en un vortex. Estos espiritus maligos tenian la cara de lamento y volaban de manera caotica por todas partes; entre los humanos sobre ellos e incluso desapareciendo en el suelo para aparecer en otro lugar. Era una vision terrorifica para cualquiera, incluso para seres poderosos. Estos espiritus no mas tenian que pasar por el cuerpo de uno para arrastrar con el el alma de su victima hasta los infiernos de los cuales habian provenido. Notablemente dejaban en paz a Fenix y a Oficuo pero se concentraban mas en los soldados vaticanos a la espalda de Duhka. Su mente seguia alerta y nunca dejo de emitir aquella presion espiritual con su cosmos que haria que obligaria a los humanos a ponerse de rodillas ante el.

- Arrepentiros! Dehereda a tu dios falso y acepta el amor de Athena o sufre las consecuencias por intentar herir a aquellos que la protegen!- Dijo de manera apasionada, su voz ardiendo en las mentes de aquellos que habian estado hace unos momento pidiendo ver como las cabezas de Oficuo y Fenix rodasen.

Admin Mensajes : 39 Fecha de inscripción : 19/07/2010

Todo aquello, efectivamente surtió un efecto de confusión en las mentes de los asistentes. La situación era de completo pánico para todos. Pasó tan rápido que muchos sufrieron un colapso mental que los frenó de inmediato: La guillotina se detuvo a mitad de camino; un hombre envuelto con una aura dorada y brillante apareció en el lugar, apartándolos a todos como si de la gracia de Dios se tratase; el hombre les hizo postrarse de rodillas ante ellos y además, con todos aquellos atributos que le hacían parecerse a un Ángel, les dijo de forma impositiva- Arrepentiros! Dehereda a tu dios falso y acepta el amor de Athena o sufre las consecuencias por intentar herir a aquellos que la protegen!- Nadie fue capaz de responder. Los que no huían de los espíritus que se habían cobrado la vida de varios de los Vanguardistas, estaban abrumados por el poder que, a pesar de ser para él mínimo, manaba del santo de Virgo.

En tanto, un espíritu se dirigía hacia Leonard, quien quedó con su cuerpo a medio paso de estar arrodillado…parecía haberse resistido al poder de Duhka y para cuando el mencionado espíritu estuvo muy cercano a él, pareció que pudo moverse con libertad de nuevo-[color=yellow]¡AHH!![/color-Exclamo, poniendo entre el espíritu y su persona la palma de su mano derecha. Aquella mano pareció haber entrado en contacto físico con el guantelete del Caballero, lo que era completamente absurdo e imposible, pues violaba todas las leyes fundamentales del universo…el espíritu carecía de materia, pero aún así tuvo una interacción con el hombre del martillo, que apretó tanto su área encefálica, que la misma explotó en una especie de niebla espesa la cual luego se difuminó. Así, luego de su logro, el sujeto elevó el martillo que ceñía con la siniestra hasta dejarlo sobre su cabeza. El martillo pareció cargarse de una especie de energía la cual lo hizo destellar en dorado puro y hermoso y en segundos, para cuando esto pasó, lanzó la mencionada arma con una fuerza y precisión casi inhumanas hacia el rubio, buscando impactarle en el torso y hacer que por el impacto el martillo explotase con fuerza y furia radicales…aún sin saber cuales eran los poderes verdaderos del Dorado, que seguro le superaban con creces.

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Tenía los ojos cerrados con fuerza, esperando que a su querido amigo le cortaran el cuello, sin embargo, en ningún momento escuchó la hoja caer o la voz de Leo ahogando algún quejido. De pronto todo pareció detenerse. Abrió sus ojos con lentitud y se volvió hacia donde debería estar sucediendo la horrible escena, pero en cambio se encontró a un hombre rubio de armadura dorada y un aire sumamente pacífico. Se quedó prendada en esta imagen, por primera vez veía a un santo dorado, uno de sus doce más grandes héroes. Él se presentó y al fin lo supo, era el santo dorado de Virgo. Sintió su cuello liberado y observó a Leo ser liberado también, lo cual le alivió aún más. Más adelante vio como comenzó a dar a conocer sus poderes, al mismo tiempo que atentaba contra casi todos allí.

-Es increíble...- dijo casi en un susurro al ver como sin casi hacer movimientos lograba ese aterrador efecto en sus enemigos. Sonrió débilmente y seguía observando todo espectante.

De pronto notó que aquél desagradable hombre le propiciaba un ataque al rubio, su sonrisa se borró e intentó dar unos pasos hacia él, como si pretendiera protegerlo, pero fue totalmente inútil y cayó de rodillas, estaba demasiado débil, desnutrida y deshidratada, se sentía inútil en ese momento. Sólo decidió quedarse allí observando, esperando que un simple respiro le ayudara a recuperar algunas fuerzas para elevar su cosmos y hacer algo, aunque para mala suerte de Sheila, casi todo lo que sabía hacer era pelea cuerpo a cuerpo, y en ese momento no estaba para nada en condiciones.

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Leonardo tenia los ojos cerrados con mucha fuerza, mientras las lagrimas salían aun de sus ojos cerrados, mientras esperaba su fin, luego de un segundo, este abre sus ojos sorprendido de no estar muerto, pero la hoja de la guillotina estaba siendo parada por una fuerte mística, era claro, era un cosmos algún caballero fue a rescatarlo, saca su cuello de la abertura de aquella guillotina, también se da cuenta como el collar que suprimía su cosmos fue removido, Leonardo se pone de pie en posición normal y voltea para ver quien lo salvo, mentalmente lo detallo por completo de manera rápida, era un rubio, de armadura dorada pero no podía distinguir la armadura con exactitud pero era un santo de oro, Leonardo este feliz de verlo y que los aya salvado a Sheila y a el.

Leonardo le sonríe un poco a Sheila como para demostrarle que estaba bien, mientras observa el espectáculo de como aquel caballero acaba a todos los del lugar. -Este es el poder de un caballero de oro, impresionante...- Sigue observando todo lo que pasa, mientras ve como aquel hombre de hace rato pudo soportar el primer ataques de aquel Santo Dorado y ademas poder escaparse de aquel fantasma Leonardo sintió que debía hacer algo, algo dentro de el le daba energía a pesar de las condiciones tan deplorables en que se encontraba, este empezaba a acumular comos dentro de el mientras observaba las acciones de aquel sujeto vio como aquel martillo se cargaba de energía y en el momento justo en los momentos en que lo iba a lanzar Leonador empezo a ver todo en "cámara lenta" por decirlo así desde ese momento empezó a entrar en acción --¡¡¡¡¡AH!!!!.- Se escucho su grito justo en el momento en que aquel sujeto lanzo el martillo y de igual manera se podía sentir un cosmos asfixiante en el ambiante que todos sentirían a excepción de Sheila y aquel caballero dorado, usando toda esa energía justo en el momento en que el martillo ya iba en curso de coalición con el rubio Leonardo esta listo para expulsar todo lo que tiene.-¡¡¡'Hō Yoku Ten Shō!!!.- Grita expulsando todo el Cosmos que poseía por dentro lanzando una gran llamarada de fuego que iba por mucho mas rápido que aquel martillo así que con facilidad pude alcanzarlo, si pasa eso que es lo mas probable porque su ataque viaja mucho mas rápido que el martillo el triple mas o menos, impactaría con este antes de que tocara a aquel santo dorado, haciendo que el martillo cambie de curso de inmediato a otro diferente es decir no colisionaría con el caballero de oro, o simplemente lo incineraría debido a que aquel martillo no estaba echo de algún material especial, aquella llamarada era continua y seguia saliendo de las manos de Leonardo hasta que se le agote la energía o simplemente el quiera.

Tema: Re: El Castigo de Dios Mar Jul 20, 2010 12:10 pm

Apesar de que los ojos del Santo de Virgo se mantenian cerrados, este podia verlo todo. Su cosmos y su mente se lo permitia y tal y como proyectaba su mente en las voces de los demas tambien de esta manera podia leerlas y sentir de donde provenian las amenazas. Esto mismo ocurrio en el caso del ataque de Leonard; Duhka simplemente se quedo quieto, sintiendo el ataque de Fenix con la intencion de salvarle mientras que con su propia mente usaba su poderosa telequinesis para detener en secto el martillo del enemigo justo en el lugar donde iba la tecnica del santo de bronce. Realizar esto seria demasiado simple para el ya que ya estaba haciendo cosas muy complicadas como la de olbigar a todos a arrodillarse ante el.

Con su tecnica de demonios aun al vuelo Duhka apunto su rostro directamente hacia la localizacion del hombre. - Eso fue un grave error de su parte, Leonard D'Chantillon.-

Utilizo su telequinesis de nuevo, esta vez para paralizar por completo el cuerpo del hombre con la intencion de mantenerle sujeto en esta posicion. Una gran cantidad de demonios comenzaron a rodearle, volando a gran velocidad al rededor de el. El primero en acercarse habia sido destruido pero Duhka sospechaba que si una cantidad mayor empezase a envolverle seria incapaz de resistirse. Estos demonios estaban furiosos por la perdida del otro y deseaban tomarle el alma al hombre. De una comenzaron a atravezarle el cuerpo, chillando sus lamentos de odio hacia el hombre, entremezclandose con sus llantos de pena y dolor. Querian tomarle el alma y llevarselo con ellos.

Invitado

[Debido a la ausencia de Ofiuco que entorpece el desarrollo de la saga, se seguirá con este tema, tomando yo posesión de ella con el fin de continuar esto hasta que se reporte.]

Máster

El estado de Fénix era deplorable, pero al parecer estaba dispuesto a darlo todo por el hombre que se había presentado allí para postergar la muerte de Leonardo. Sacó todas las fuerzas que tenía a pesar del maltrato físico de él. Este esfuerzo complicó las cosas para el santo de Bronce. Al usar toda su energía, un cansancio le invadió el cuerpo irremediablemente. Sentiría sus rodillas flaquear y sus párpados pesados. Su cuerpo era un peso “muerto”, que cayó de rodillas y finalmente se desvaneció inconsciente.

Por otro lado, el martillo de guerra quedó frenado en el aire como si se tratara de un milagro. El escenario era realmente devastador y había que tener una mente muy fuerte para resistirlo, ya que era muy horroroso. Los vanguardistas corrían de un lado a otro, gritando con dejos de sufrimiento y dolor. La gente ahí arrodillada tendría destinos diferentes. Los vulnerables cardíacos morirían de infartos, los más fuertes cerrarían los ojos ya sin rezar tratando de soportar el sonido devastador de lo que ocurría. Otros, simplemente se desmayaban al no poder aguantarlo del todo.

El poder sobre Leonard fue más poderoso que antes, de manera que al intentar mover sus brazos no podía liberarse ésta vez. La sensación era desesperante… ¡no poder mover tu propio cuerpo! El templario le miró con rabia, pudiendo por lo menos cerrar fuerte sus puños. - ¡Sueltame, cobarde hijo de puta! –le gritó, pero después sus ojos se posaron en los espíritus.- Oh, no… No, no… -un reflejo que hubiera tenido sería llevar la mano al frente, pero no podía. Finalmente, más de un espíritu se encargó ésta vez del hombre, para no dejar nada de él.-

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Despues de aquel esfuerzo sobre humano para salvar al caballero que le habia salvado la vida, las llamas seden, a Leonardo no le queda nada de Cosmos, las piernas empiezan a temblar y empieza a ver doble, este miraba al Santo de Oro, pero debido a su cansancio este lo veía doble luego pierde el equilibrio y cae en el piso. En una especia de "Camara Lenta" Este aun observaba con lo poco que tenia de energía al caballero. -No.... no te debo nada...- Dice mientras que finalmente cae en el piso luchando para no quedar inconsciente pero sin embargo no era sencillo, sin energía solo lo mantenía la determinación.

Luego de un segundo con un esfuerzo sobre humano para el voltea la cabeza hacia donde se encontraba Sheila mientras le sonríe un poco queriéndole decir "Estaré bien" o "No moriré aun" Luego de aquella lentamente empieza a cerrar sus ojos mientras aquella sonrisa se mantiene su rostro, una vez cerrado completamente los ojos. Leonardo quedo inconsciente, pero satisfecho de no haber quedado como un inútil, era el orgullo del caballero de Fénix.

Tema: Re: El Castigo de Dios Sáb Jul 24, 2010 11:39 am

Duhka alzo una ceja ante las palabras de Fenix, aun poseyendo sus ojos cerrados. No le debia nada? Realmente su acto no habia sido necesario ya que Duhka mismo habia podido detener el golpe (lo cual hizo, Fenix tan solo chamusco el arma de Leonard y la hizo inservible antes de que el Santo de Virgo pudiera devolverla hacia la cara de Leonard con el triple de fuerza). No respondio de ninguna manera verbal ante las palabras del Fenix sino que simplemente dio la espalda para mirar de nuevo al publico bajo el, obligados a estar rodillados por los poderes mentales del Santo.

Su mente paso por encima de aquellos seres, viendo su debilidad con el ojo de su mente. Eran como ovejas, seguian al pastor que les dirigia sin pensar en mucho tan solo deseando una vida feliz. Por desgracia era una vida erronea. - El pastor ha llevado su rebaño hacia la matadera, y sus pobres ovejas dan su lana y su carne igualmente.- Dijo la voz de Duhka, penetrando en las mentes de los sobrevivientes. - Hoy viste el poder del dios que profetaban aquellos que piden tus vidas en comparacion del poder de aquellos que defiende a una Diosa que tan solo pode que vivais con amor y paz. Sera vuestra la eleccion de quien seguir... pero os prometo que en ambos casos, el Hades nos espera a todos.-

Las formas espectrales de los demonios invocados volvieron hacia el agujero en el cuelo desde el cual se habian derramado y por un momento el mundo volvio a la normalidad. La presion que habian sentido obligandoles a estar agachados se levanto de ellos y pudieron sentir la libertad por unos breves instantes. La telequinesis del Santo de Virgo ahora se concentro sobre Sheila y Leonardo, levantando sus cuerpo del suelo en una elevacion que a los ojos de humanos normales se veria como milagrosa. El cuerpo de Duhka tambien comenzo su elevacion y pronto los tres santos de Athena estaban levitando diez metros sobre el suelo. En un veloz flash los cuerpos de Sheila y Leonardo desaparecieron, teletransportados a otro lugar, dejando tan solo a Duhka flotando sobre ellos.

- El dolor es obligatorio,- Dijo finalmente, proyectando su voz en la mente de todos. - Pero recuerda... el sufrimiento es opcional.-

Con esas palabras hubo un tercer flash y al desaparecer la luz el Santo de Virgo habia desaparecido.